Estoy aquí.

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#Mía

Las chicas y yo habíamos quedado en pasar un día entero para nosotras solas. Por supuesto, Olivia se había venido al centro de belleza después de clase, pues ella se había empeñado en vivir la experiencia, y Emma en recogerla.

- ¡Emma que dices! ¡Deja de decir chorradas! ¡Tú eres guapísima! - le digo a mi amiga mientras me pintan las uñas.

- ¡Pues Ricky no lo ve! - y giró mi cabeza rápidamente como si estuviera poseída o algo para mirarla.

- ¿Estamos hablando de Ricky? ¿Ricky, Ricky? ¿El mismo Ricky que salía contigo cuando íbamos a la escuela? ¿Ricky la mascota del equipo? - pregunto sin poder creérmelo mientras que Alison asiente en mi dirección a espaldas de la pelirroja.

-Hacía mucho que no le veía y ahora no paro de encontrármelo - es todo lo que me dice mi amiga. Yo sonrío mirándola. Después de todos los tíos y tías con los que ha estado, se ha acostado o "enamorado", Emma sigue pillada por uno de los frikis más guapos del equipo de fútbol.

- Eso es porque se está volviendo a juntar con los chicos - interviene Sara desde el sillón donde le están haciendo los pies.

- ¿Le conoces? - pregunto de lo más sorprendida. ¿Qué me estoy perdiendo?

- Sí, se lleva muy bien con Dani. Pasa mucho tiempo en nuestra casa.

- Lili dice que ahora está más guapo que nunca, y yo pienso lo mismo. ¿No creéis? - pregunta Emma con todo de adolescente enamorada.

- Mami, ¿quién es Ricky? - susurra Olivia a mi lado. A quien le están pintando las uñas de color lila, como ella ha querido.

- Es un amigo nuestro de hace años que tiene a tu tita Emma chiflada - susurra Alison, aunque todas podemos escucharla perfectamente. Así que al igual que Sara, me aguanto la risa y me enfoco en la loca de nuestra amiga Emma.

- Deberías lanzarte Em, ya perdiste una oportunidad en su momento por medio. No dejes que pase una segunda.

Emma se me queda mirando fijamente como si estuviera hipnotizada durante unos segundo mientras que el peluquero le mueve el pelo de un lado al otro. Y entonces vuelve en si haciendo un sonido de sobresalto que nos asusta ha todas, incluso a Ali, que se le ha caído la revista al suelo y todo.

- ¡Ya sé lo que voy a hacer! ¡Voy a ponerme el rojo de mi pelo mucho más fuerte! ¡Mucho más oscuro! ¡Más intenso! ¡Quiero que me hagas parecer una diosa! ¡Quiero ser como Cheryl Blossom de Riverdale! ¡Voy a cautivarle con mi aspecto! - exclama con un tono excesivamente pasional mientras el peluquero la mira como si tuviera tres cabezas y nosotras nos destornillamos.

- Está bien guapa, haré lo que esté en mis manos - le comenta él antes de marcharse a por los productos que necesita.

- Esperó que no nos cobren más por traer a una chiflada...

- Alison, tú tampoco estás muy cuerda. Además, tratas diariamente con uno que está peor de la cabeza que yo - dice Emma refiriéndose a Emett.

- Sí, buen punto. En eso no te puedo discutir.

Las chicas siguen hablando y comentando cosas, Olivia se ríe de muchas de ellas mientras a mí me he han mechas balayage de algún que otro tono más claro del que ya tengo, pero no dejo que me corten ni un centímetro de pelo. A Olivia le gustaba olerlo cuando me abrazaba, Evan jugaba con él entre sus manos cuando lo dormía en mis brazos, y Marcos... bueno, digamos que Marcos jugueteaba con él. Finalmente, cuando casi son las ocho de la tarde, salimos todas y cada unas de nosotras con una sonrisa de oreja a oreja, incluso Olivia, que lleva las uñas pintadas, un masaje de manos hecho, una trenza en el pelo, y , un pequeño mechón rosa de plástico que se agarra con una pinza y simula ser una mecha para niñas pequeñas. Obviamente no iba a dejar que mi hija de cinco años se echase un tinte.

- Al final has acertado amiga, ese rojo es el tuyo - le digo a Emma cuando me despido de ella.

- Tú tampoco estás mal, tía guapa. Una pena que yo me haya pillado y que tú estés prácticamente casada - me río asintiendo.

- Adiós Sara, espero volver a verte pronto - digo dándole un abrazo. Y después me voy hacia Alison para envolverla entre mis brazos también, ella ahora está más rubia que nunca. Casi tanto como Lili, pero a estas chicas todo les sentaba bien.

- Adiós amiga. Adiós cariño - dice dándole un beso a Olivia, quien parece estar ya un poco cansada.

-Bueno, nos vemos chicas - digo diciendo adiós con una mano a mis amigas mientras que con la otra cogía a Olivia.

- Tengo sueño mami - me dice mi niña ya en el coche mientras le ayudo a abrochar su cinturón.

- Duerme cariño, ya mismo estamos en casa - susurro abrochándole la rebeca del uniforme mientras le dejo un beso en la mejilla. Cierro la puerta y me dirijo al asiento del conductor para comenzar a conducir, mejor me doy prisa antes de que siga anocheciendo.

Nada más llegar a la entrada de la casa, me doy cuenta de que el coche de Marcos está en la entrada. Así que cojo a Olivia en brazos con cuidado para no despertarla, y entro con ella a la casa sin hacer el más mínimo ruido.

- Hola señora. ¿La señorita Olivia está dormida? ¿Quiere que la ayude? - pregunta Carmen apareciendo de la nada como siempre.

- No Carmen, gracias. Si ya has hecho la cena, márchate a casa. El cielo se está poniendo bastante oscuro.

- Por supuesto, señora.

Espero a que ella se marche antes de continuar mi camino hasta el cuarto de Olivia y dejarla dormida en su cama. Me encargo de cambiarle el pijama para que duerma cómoda porque supongo que después de todo lo que ha comido está tarde, no se va a despertar más. Y en eso, que siento la puerta abrirse tras de mí.

- Cielo...

- Shhh, Olivia está dormida. Dame un segundo - susurro antes de arropar a mi hija y dejar un beso nuevamente en su frente. Cojo el uniforme entre mis manos para dejarlos con el resto de ropa sucia. Pero nada más salir por la puerta, Marcos me quita la ropa de las manos y la tira al suelo para después enredar sus brazos en mi cintura y esconder su cara en mi cuello.

- Nena.

- ¿Evan está dormido también? - el asiente y yo le miro.

- Ayúdame, necesito paz - susurra con la voz ronca. Parece algo afectado.

- ¿Has hablado con ella?

- Sí - dice antes de volver a estrecharme hacia él.

- Ya está mi amor, estoy aquí.

TUYA (III)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora