#Marcos- ¡Te estoy diciendo que no voy a vender ese hotel Ryan!
- Marcos entiéndeme, ese hotel es grande, viejo, antiguo y una pérdida de dinero. No hacemos absolutamente nada con él y encima está situado en pleno centro de París, ¿sabes el dinero que le está costando eso a la empresa?
- Mi empresa Ryan, que no se te olvide nunca - le digo firmemente mientras le apunto con el dedo.
- ¡¿Se puede saber que cojones te pasa con ese hotel Marcos?! ¡Tienes cientos de hoteles repartidos por todo el mundo bajo tu apellido que más da uno qué menos! - me grita poniéndose en pie frente a mi escritorio.
- ¡Quiero ese puto hotel funcionando y punto! ¡¿Desde cuando trabajó con incompetentes?! - le digo poniéndome en pie yo también.
- Escúchame Marcos Rodríguez, sigo siendo tu amigo, tu hermano. Y sé que está empresa es tuya, solamente tuya, pero no tienes ningún derecho a tratarme así.
- ¿Y sino qué? - le digo desafiantemente. Ryan estaba acabando con la poca paciencia que me quedaba esta mañana.
- Sino dimitiré.
- Tú no puedes hacer eso Ryan - le digo vacilando. ¿Quién se cree?
- Claro que puedo - dice dándose media vuelta para dirigirse a la puerta mientras niega con la cabeza.
- Ryan - pronuncio firmemente. Él se da la vuelta para mirarme aún con la mano en el pomo de la puerta.
- ¿Qué? - escupe. Mierda. Sí que le he cabreado.
- Ese fue el primer hotel con el que mi padre construyó bajo mi apellido. También fue el primero por el que nos dio una vuelta a mi hermano y a mí mientras nos explicaba cosas esperando que algún día alguno de los dos siguiésemos sus pasos.
Agacho la cabeza. No debería sentirme así de vulnerable por nada de lo que está relacionado con el hijo de puta de mi padre. Pero Ryan solo se limita a mirarme fijamente y asentir.
- Nos costará una fortuna, a toda la empresa de hecho. Pero te juro que algún día podrás hacer lo mismo con tus hijos si eso es lo que quieres.
Yo asiento en su dirección. Él me conoce como la palma de su mano. A venido a trabajar el día después de su despedida de soltero por mi, porque sabe lo importante que era para mí zanjar el tema de este hotel. Y porque quería saber como estaba después del encontronazo con mi hermano en la discoteca, lo sabía.
- Es lo que quiero.
- Pues deja de estar tan insoportable con todo el mundo hoy. Que seas el jefe no significa que puedas portarte como un completo gilipollas con todos los que trabajan aquí.
- Pues dime de que hablaste ayer con mi hermano - digo contraatacando. Él no ha mencionado una sola palabra del tema. Y sé que hablaron de algo importante desde el mismo momento en que a Ryan suelta el pomo para girase y ponerse frente a mí con las manos en los bolsillos y el cuerpo recto.
- Tú hermano tiene un hijo, Marcos.
Me quedo estático y con los ojos abiertos de par en par ante la noticia. ¿Mi hermano? ¿Mi hermano Raúl siendo padre? ¿Cómo? ¿Cuándo? ¿Mi madre lo sabía? ¿Lo sabría y no me habría dicho nada? ¿Y donde estaba ayer ese niño? ¿Con su madre? ¿Quien cojones es su madre? ¿Soy tío ahora? ¿Tengo un sobrino?
- Pobre chico - susurro. Ryan se limita a negar con la cabeza mientras me mira, parece que ahora mi hermano le cae bastante bien, sorprendentemente.
- Me voy, tengo trabajo que atender.
- ¿Eso es todo lo que te ha contado? - le pregunto antes de que se vaya.
- Tú hermano no tiene idea de cómo ser padre, Marcos. Necesita ayuda, la ayuda de su familia supongo.
- Ya... dirás el dinero de su familia.
- Me voy, no puedo perder más tiempo. Estoy contigo hermano, siempre estoy contigo. Pero creo que esta vez te estás equivocando.
Abre la puerta y se larga de mi despacho dejándome allí de pie como un completo imbécil.
El tema de Raúl y su presencia después de tantos años en mi familia, me ponía extremadamente de los nervios. De hecho, me quedo encerrado en mi despecho trabajando sin recibir a absolutamente nadie durante el resto de la mañana, y no me calmo hasta que llego a la puerta de mi casa y dejo el maletín en el escritorio de mi despacho.- ¡¿Nena?! - pregunto gritando desde el principio de las escaleras mientras una de las limpiadoras pasa por mi lado.
- Señor, la señorita Mía estaba cambiando a su hijo. El pequeño se ha manchado la ropa que llevaba con su propia leche.
- Gracias - digo asintiendo antes subir escaleras arribas y abrir la puerta de nuestra habitación, donde me encuentro a Mía envuelta en unos pantalones vaqueros sueltos con una camiseta metida por dentro y nuestro hijo riéndose mientras le cambia.
Fascinante, la manera en la que le queda absolutamente todo lo que se pone. Fascinante.
- Hola cielo. Evan dile hola a papi - dice Mía moviendo la pequeña mano de nuestro hijo en mi dirección.
-Qué guapa estás. Bueno, que guapos estáis - respondo mirando a mi hijo mientras me acerco a los dos y le dejo un beso a mi mujer en los labios.
- ¿Vas a cambiarte? - pregunta mirándome de arriba abajo mientras se muerde el labio.
- No, coge lo que necesites y vamos a recoger a Olivia del colegio. Voy mientras tanto poniendo a Evan en su sillita - ella asiente sonriente y me mira con curiosidad.
- ¿Porqué estás tan calmado campeón?
- Ryan ya me ha dado un repaso hoy- le digo mientras salgo de la habitación escaleras abajo con nuestro hijo en brazos y la escucho reírse a carcajadas.
En cuanto Mía llega al coche, arranco hacia el colegio. Olivia sale tan feliz como siempre, incluso podría decir que hoy más porque es uno de los pocos días en los que podemos recogerla los tres juntos y no por separados. Pero como siempre, la curiosidad de mi niña toca alguno de mis límites.
- Entonces ese hombre que se llama Raúl, ¿es el hermano de papá? - pregunta inocentemente.
- Si cielo, es el hermano de papá, y tu tío también- le dice Mía mientras yo le fulmino con la mirada y aprieto mis manos sobre el volante.
- ¿Entonces le puedo llamar tito?
- Sí -dice Mía.
- No - digo yo rotundamente.
Olivia se queda callada mirándonos expectante. Mía me mira fulminantemente y yo acelero sin apartar la vista de la carretera. Esto no parece pintar bien.
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TUYA (III)
RomanceTERCERA PARTE DE "Eres mía, preciosa" Después de todo lo sucedido en la vida de Mía y de Marcos, parece que el amor ha ganado... ¿O todavía es muy pronto para saberlo? Atención. Esta es una novela hecha única y exclusivamente por mí, no se admite e...