TUYA (III)

Epílogo l

#Marcos

Era el puto y jodido día de mi boda. Y aquí estaba yo, esperando como un drogadicto a su droga por Mía. Me costaba respirar, la gente no paraba de llegar y yo estaba por soltarle unos cuantos puños al monaguillo que acompañaba al cura solo para descargar tensiones. ¿Cuánto piensa tardar esta mujer? ¿Es que acaso va a torturarme hasta el día de nuestra boda?

- ¡Pero bueno cariño! ¡Qué guapo que te has puesto! ¡¿Nos damos ya el si quiero?! - exclama Emett con una sonrisa mientras se engancha a mi brazo y nos pone a ambos de cara al altar. ¿Pero que cojones está haciendo?

- Quita tu brazo del mío si no quieres que te parta la cara de un puñetazo -le digo intentando no llamar la atención. ¿Porqué todos me miran tanto?

- No lo harías en la casa del señor - dice mi amigo de lo más seguro.
- Yo no estaría tan seguro - susurro Dani al verme el rostro. Y lo apartó rápida de mi. Dios santo, ¿cuanto tiempo llevo aquí esperando? ¿Y si empiezo a sudar?

- Si es que los que nos deberíamos haber casado éramos tú y yo, chiquitín - le dice Emett a Dani esta vez haciendo que alguna que otra persona se ría. Joder, ¿nos están escuchando?

- Quítame esto Ryan - le exijo a mi amigo mientras tiro de mi corbata hacia abajo.

- Para, ¡para o la vas a romper! - responde.

- No la quiero, me está ahogando.

- ¡Marcos Rodríguez! ¡¿Como te vas a casar así?¡ - exclama mi madre levantándose de su asiento para venir hasta mi y quitarme la corbata de las manos como si pudiera arreglarla o algo.

- Estás loco. Tu mujer irá vestida como una novia y tú como un borracho el día de tu boda - argumenta Ryan de lo más divertido mientras ve como me desabrocho los tres primeros botones de la camisa.

- Nah, yo creo que te verá de lo más sexy - suelta alguien desde el segundo banco a mi lado. Polo. ¿Qué hace aquí? ¿No se supone que debería estar con Mía? ¡¿Ya viene?!

- Suerte que ella te querría aún con una bolsa de basura en la cabeza, hijo - interviene Ramón al lado de mi madre mientras se guarda la corbata rota en el bolsillo.

- Hijo, ¿necesitas un poco de agua? - pregunta el cura tras de mí, así que lo cojo de la sotana y lo acerco a mí con decisión.

- Padre, ni se le ocurra demorarse en la ceremonia. No pienso estar dos horas frente a mi mujer esperando a que me dé el sí porque usted tenga que hablar, ¿entendido? - le digo mirándole fijamente a los ojos antes de echarme hacia atrás y soltarle.

- Marcos, conozco a Mía desde que nació. Si estoy aquí es porque se como es, yo la mismo le bautizé. Así que descuide, he tenido una conversación con ella esta mañana, y ella está aquí porque está segura. Y aunque yo me demorase tres días hablando, ella seguiría sentada a su lado esperando él si quiero. Está loca por usted.

- Eso no responde mi pregunta padre - le digo cuando estoy a punto de volver a cogerlo por el cuello, pero él es más rápido y da un paso atrás alejándose de mí.

- ¡Ya viene! ¡Ya viene! - anuncia Emma entrando a la iglesia y haciendo que me quede petrificado en el sitio.incluso escucho al cura reírse antes de darse media vuelta para subir al altar.

- Estos chicos de hoy día...

- Dios mío, no sabéis lo guapa que está - escucho decir a Alison mientras se sienta al lado de Emett y del resto de nuestros amigos.

Entonces todo el mundo hace silencio. Los padres de Mía son los primeros en levantarse, y tras ellos lo hace el resto de los invitados. Tengo que tocarme el cuello para asegurarme de que no se me descontrola el pulso cuando la música comienza a soñar y la enorme puerta de la Iglesia se abre de par en par, y entra por ella mi hermano pequeño arrastrando un cochecito de madera donde mi hijo junto a Isabella se encuentra de lo más campante mientras observa todo a su alrededor y sonríe como si estuviera disfrutando de ser el centro de atención. Digno de llevar mi sangre. La gente suelta suspiros y sonidos de adoración al verlos a ambos, y al ver a Liliana y a Olivia vestidas iguales mientras tiran pétalos por el camino junto a mi gracioso sobrino, que se agarra al carrito de Evan para no caerse en su todavía torpe caminar.

- Son tan preciosos - escucho decir a mi madre. Pero no estoy para detenerme en verlos a ellos, estoy esperando a que la mujer de mi vida aparezca de una jodida vez por ese pasillo antes de tener que salir yo De la Iglesia solo para buscarla.

- ¡Hola papi! - dice Olivia cuando llega hasta mi. Yo sonrío guiñándole un ojo, haciéndole reír antes de volver a poner mis ojos al frente.

Y entonces la veo, la mujer más atractiva y seductora que he conocido en toda mi vida, caminando lentamente hacia mí sin perder en ningún momento la conexión de sus ojos con los míos. La veo sonreír, y me obligo a tragar gordo antes de que pierda la poca compostura que me queda. No se parece a nada que haya visto antes, no es como el resto y parece de otro mundo, no me puedo que vaya a ser mía para el resto de mi vida. Después de todas las cosas malas que he hecho en la vida, de todo lo malo que merezco y todo lo que se me podría castigar si el karma existiera... no me puedo creer que alguien como ella acabe siendo mi mujer.
Termina de acercarse a mi y alguien me la entrega, no sé quién ni tampoco quiero saberlo, solo quiero seguir contemplándola un poco más vestida de blanco y preparada para darme el sí quiero. Así que la atraigo hacia mí y pego mi cuerpo al suyo ante la atención de todos los invitados, pillándola completamente por sorpresa. Me agacho a su cuello y tras aspirar su aroma le dejo un suave beso, para después pegar mi mejilla a la suya y susurrarle al oído.

- Ahora sí que eres mía, preciosa.

NOTA IMPORTANTE: Iré dejando por aquí aquellas portadas o pósteres que me mandáis sobre la novela porque me encantan y agradezco en el alma el tiempo y la dedicación que dejáis en ello. Así que las iré poniendo al final de cada capítulo del epílogo, y de cada extra. Gracias y hasta siempre!❤️
Gracias secrett3030 ❤️