24. Instinto paterno

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Habían pasado unos pocos días. JiMin estaba casi recuperado, hasta el punto de darle el alta. Sólo había tenido que dormir mucho durante un tiempo. Quería tener a su pequeño en brazos constantemente y, aunque era una persona fácilmente adaptable a cualquier situación, quería volver a casa con su bebé. Pero era pequeño y débil aún y los médicos, incluido Jin, les advirtieron que, de no pasar el tiempo suficiente en la incubadora, sería un omega enfermizo y propenso a padecer dolencias probablemente toda su vida. JiMin, por supuesto, y tampoco NamJoon, querían eso para su pequeño hijo, así que decidieron que JiMin permanecería en la ciudad ese tiempo. No iba a separarse de él. Seguramente más de un mes. Pero NamJoon no iba a dejar a JiMin solo constantemente. Se turnarían para estar con él. YoonGi no tenía problema para quedarse todo el tiempo siendo el apoyo de JiMin, incluso le ofreció la casa en la que había vivido con su madre, pero NamJoon no estaba convencido con la idea. Primero, prefería que JiMin, y quien fuera que le acompañase, se quedaran en un hotel y no dependiera de nadie más, incluso si era de una beta afincada en la ciudad, como la madre de YoonGi. Y, por otro lado, opinaba que YoonGi no debía permanecer en la ciudad demasiado tiempo seguido o todos sus esfuerzos por comportarse como un cambiaformas podrían deshacerse y habrían sido en vano. El omega podía hacer lo que quisiera, claro, pero si ahora no quisiera que la elección fuera de NamJoon, YoonGi no habría terminado bajo el amparo de su manada. Igualmente, fue el primero en quedarse con JiMin en el hotel, porque era el que más sabía como moverse por la ciudad y le sería algo sencillo elegir un hotel cómodo y cercano al hospital y conseguir una buena comida allí.

Por el contrario, HoSeok fue el primero en querer volver a casa. Y, aunque haría el esfuerzo, por JiMin y el bebé, de quedarse con él unas noches en el hotel, se alegró enormemente de volver. TaeHyung, sin embargo, volvió a regañadientes. Era curioso que, dos personas que no se habían separado durante todo el viaje, lo hubieran interpretado de formas completamente distintas. TaeHyung sólo veía el lado bueno de las cosas, así era siempre, y HoSeok era incapaz de ver más allá de la crueldad y la inconsciencia de los humanos, como aquel que acabó haciendo arder su bosque natal. Ambos contaban la misma historia, pero donde TaeHyung creaba esperanza y curiosidad hacia los humanos, HoSeok provocaba pavor y repulsión. Jin, por su parte, estaba bastante agotado, no asistía operaciones así a menudo, así que también volvió al bosque para descansar y para hacer las maletas de JiMin y llevarle ropa y otras cosas.

NamJoon habría querido quedarse con JiMin cerca del bebé todo el tiempo que necesitase para crecer sano. Sin embargo, bien sabía que no podía desatender por tanto tiempo a su manada. Siendo el líder, el alfa, tenía responsabilidades. Así que, por agotador que fuese, iría y volvería de la ciudad al bosque cuantas veces pudiera para estar al lado de su omega y su vulnerable vástago y, al mismo tiempo, ocuparse de dirigir a la manada. Terminaría exahusto, pero supo que todo esfuerzo se vería recompensado cuando llegó al hospital dos días después, bien temprano por la mañana, y contempló, a través de un cristal, a su amado JiMin con TaeHyun en sus brazos, mamando de él, calmado contra su cálido pecho.

- Parece hambriento. - Dijo con la sonrisa estúpida de un padre primerizo dirigiéndose a YoonGi, quien estaba junto a él. Para NamJoon no era la primera vez, claro, pero jamás importaría cuantos hijos tuviera. Para él, como para sus omegas, cada uno se sentía como la primera vez. Era distinto, especial, único y maravilloso. YoonGi, por otro lado, observaba a su lado, obnuvilado, el otro lado del cristal, y tenía una sensación extraña muy distinta a la de NamJoon.

- No creo que sea capaz. - Pronunció en un susurro.

- ¿De qué hablas? - Preguntó como despertando de un sueño.

- No creo que yo fuera capaz de tener un hijo. - Declaró un poco más alto, pero no más seguro de lo que decía.

- YoonGi, eres un omega. Está en tu fisiología. - Le recordó. Pero pronto cambió el tono e intentó ser más comprensivo. Tenía que ser muy difícil que, de repente, te des cuenta de que puedes dar a luz. - Es lógico que te sientas confundido, pues durante mucho años pensaste que eras humano y no imaginabas poder albergar vida en ti. Sin embargo, de seguro que posees algún instinto que te ayude a aceptar tu naturaleza. - Le planteó. YoonGi posó la mano en su vientre. - No debe ser fácil de aceptar para ti pero, ¿acaso no te sientes feliz por ello? ¿Jamás imaginaste algo así?

La Manada [BTS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora