La Manada [BTS]

2. El olor del bosque

Sintió el calor. Algo suave y cálido estaba junto a él. El olor del bosque, a madera y a musgo, le arropaba. De hecho, aunque era un olor muy agradable, ahora era demasiado intenso y le mareaba notablemente. Sonó una voz lejana.

- ¿Qué haces aquí, omega? Pareces estar muy lejos de casa. - Hablaba con calma mientras YoonGi sentía con más intensidad el olor del bosque aún en su semiinconsciencia. - Todo irá bien. - Sintió una cálida piel junto a la suya y como su cuerpo era alzado del suelo. - Eres hermoso. - Se dejó cargar sin fuerza alguna y volvió a perder toda conciencia mareado por el olor a bosque en brazos de aquel desconocido.

- ¿Le conoces, NamJoon? - Quiso saber Jin. Le habían visto aparecer con un omega incosciente en brazos e, inmediatamente, le habían llevado a la cabaña que hacía las veces de hospital pero ahora llegaban las preguntas.

- No. No tengo idea de quien es. - Aseguró el alfa.

- ¿Por qué tendrá una carta dirigida a vuestro padre? - Quiso saber HoSeok corroborando que ninguno de ellos podía darle una respuesta.

- Creo que se está despertando. - Aseguró TaeHyung. YoonGi se revolvió entre las mantas pero no estaba realmente despierto aún. Su cuerpo dolía. Gimoteó molesto e inmediatamente percibió un fortísimo olor que casi lo hizo desmayarse de nuevo. El olor del bosque estaba más presente en ese lugar cerrado que en mismo bosque. Arrugó su nariz exageradamente por la incomodidad. Se sentía mareado y no podía librarse de ese intenso olor. Se frotó la nariz con molestia. Quería deshacerse de ese olor.

- Le molesta tu olor de alfa, NamJoon. - Observó HoSeok.

- Eso es imposible. - Opinó TaeHyung. - Todo omega está acostumbrado al olor natural de los alfas. Todos nos acostumbramos cuando somos cachorros.

- A no ser que sea la primera vez que se encuentra con un alfa. - Mencionó NamJoon como una teoría un tanto extrambótica que ni siquiera para él tenía mucho sentido.

- Eso no puede ser, NamJoon. - Habló Jin. - Todo cachorro de cambiaformas se cría con la presencia de un alfa. Ya sea su padre o el alfa de su manada. - Aunque todos los omegas solían ser hijos de alfas ya que todos los omegas necesitaban emparejarse con uno, había excepciones e infidelidades de vez en cuando. Ellos los sabían muy bien. Un omega podía dar a luz a otro omega quedando embarazado de un beta.

- Pudiera ser que su manada... - Todos sabían a lo que se refería HoSeok con esa frase inacabada. Pero ellos sabían que no había otra manada a la que le hubiera pasado algo similar a la de HoSeok.

- Sabes bien que eso no puede ser. - Habló NamJoon con cariño. - Este muchacho ya tiene una edad y sin embargo le he encontrado tirado en la tierra en su forma humana. - Explicó el alfa. - Quizá nunca haya convivido con una manada. Quizá ni sepa transformarse.

- Eso resulta bastante inverosimil. - Opinó Jin. - Esta claro que lleva varios años presentado. Es imposible que haya aguantado más de un par de celos sin un alfa. - Aseguró. Como estudiante de medicina orientada a cambiaformas, Jin sabía que, durante los primeros años desde que un cambiaformas se presenta, los celos se van haciendo más intensos hasta que alcanzan una madured total, sobre los 22 años.

- Quizá esa carta lo explique todo. - Planteó JiMin quien estaba sentado en una silla frente a la pequeña cama en la que el omega desconocido yacía, en aquel rudimentario sanatorio de la manada.

- Por el momento vamos a dejarle descansar. - Propuso Jin llevando su mano a la frente del omega durmiente. - Aún tiene fiebre y no parecer querer despertar verdaderamente aún.

- Y mi olor le está mareando más. - Alegó NamJoon. - Abrid las ventanas para ventilar lo máximo posible.

- NamJoon, eso no servirá de nada, tu aroma está esparcido por todo el territorio de la manada. - Declaró HoSeok. - Dentro y fuera de las cabañas.