13. Educar cachorros

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FOTO: SooBin y YeonJun

Jin y HoSeok estaban haciendo la cena. YoonGi se había ofrecido para ayudar pero habían insistido en que ya había trabajo demasiado ese día y que debía desacansar. Así que se había dedicado a jugar a las cartas con TaeHyung y JiMin. Era un juego del que YoonGi jamás había oído hablar, pero aprendió las reglas prontamente. Al principio, se preguntaba si TaeHyung estaba dejándose ganar, pero al ver que JiMin le recordaba las normas una y otra vez, YoonGi comprendió que, o también era la primera vez que jugaba o sencillamente no se le daban bien los juegos de cartas. Esas cosas nos pasan a todos. YoonGi quisiera tener las dotes sociales y la empatía de TaeHyung antes que saber jugar a las cartas.

NamJoon había llegado a la cabaña hacía unos minutos y ahora salía de la ducha con un durumagi limpio anudado a la cintura, pero llevaba las mangas caídas, sin poner, así que no tenía cubierto el pecho ni los brazos.

- Oye, YoonGi. - Mencionó el alfa. El omega, concentrado en su juego de cartas, miró tras él y vio a NamJoon con el pelo mojado y el torso desnudo.  Giró la cabeza de nuevo, casi escondiéndose de NamJoon. TaeHyung, que era quien le podía ver ahora, no dijo nada sobre el color rosado de sus mejillas, sólo sonrió. - Estaba pensando en que JiMin y tú debeis tener más o menos la misma talla. - Siguió hablando ignorando la vergüenza de YoonGi y colocándose correctamente la ropa para que no continuara sintiéndose violento. - ¿Crees, JiMin, que podrías dejarle alguno de tus durumagis a YoonGi para que se sienta más cómodo y más integrado en nuestro estilo de vida?

- Claro que sí. - Aceptó el omega de inmediato. - Igualmente yo no podré usarlos hasta que recupere mi cuerpo normal. - Se abarcó el vientre con los brazos. - Ahora soy una bola gorda.

- Eres una bolita adorable, JiMin. - Opinó TaeHyung.

- Deja de estar tan obsesionado con tu aspecto JiMin. - Le aconsejó Jin. - Los cambiaformas recuperamos nuestra figura en sólo un par de meses. Ya lo verás.

- Pues yo lo daría todo por estar así de gordito. - Mencionó TaeHyung.

- Chicos, sólo intentaba que YoonGi tuviera ropa adecuada como cambiaformas que es, no empezar una discursión de quien es más.

- JiMin tiene un montón de durumagis. - HoSeok recondujo la conversación. - Es un coqueto.

- No tengo tantos. - Alegó quejicoso. - YoonGi, ¿vamos arriba y te enseño algunos para que escojas los que quieras?

- Supongo que será lo mejor. - Aceptó YoonGi. - Igualmente no tengo mas ropa mía que ponerme. - Reconoció. Ya tenía que empezar a lavar su ropa a diario.

- Verás que es mucho más cómodo para transformarte. - Formuló TaeHyung. - Bueno, cuando consigas hacerlo sin desmayarte. - Se burló con cariño.

- Imagina que tu ropa se rompiera cada vez que... - Estaba hablando Jin cuando se escuchó un chillido agudo y desgarrador. Los corazones de todos se encogieron asustados pero los de Jin y NamJoon se estrujaron más que el resto. El omega sintió un nudo en su estómago y dejó caer al suelo aquello que tenía en las manos. Sabían muy bien que el sonido lo había producido su cachorro. NamJoon fue el primero en salir despedido hacia la puerta mientras desataba su durumagi. YoonGi le vio transformarse en el enorme lobo negro que era en pleno vuelo, saltando los escalones que separaban el porche del suelo de grava del claro. El sonido le guió con precisión. Su pequeño no estaba lejos, los lobatos casi nunca se alejaban de la casa principal. NamJoon vio a su hijo en el suelo, gimoteando y aullando, transformado en lobo. Corrió hasta él a grandes zancadas, angustiado, y se colocó sobre él, manteniéndole protegido entre sus cuatro poderosas patas y gruñendo a su alrededor, enseñando sus afilados dientes, los más temidos de la manada, buscando alguna amenaza. Pero allí no había más que unos cuantos de los cachorros, incluido SooBin con su lustroso y suave pelaje negro casi de cría, y algunos adultos alertados por el chillido de YeonJun. Entonces observó al cachorro entre sus patas, quizá se habia hecho daño por si solo. En ese momento llego un segundo lobo negro. Jin se acercó a su pequeño calmándole y queriendo saber qué le ocurría. Le acarició el lomo con el hocico.

La Manada [BTS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora