7. La condición del alfa

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Con JiMin en brazos, atravesó el umbral de la cabaña principal, en la que vivía la familia del alfa, subió las escaleras y le acostó en su lecho. Todos ellos compartían una cama hecha con un enorme colchón en el suelo, suave y mullido de plumas, que envolvían con pieles de vaca. Era realmente confortable y mantenía lejos la humedad. Le arropó con sus gruesas mantas, tejidas y teñidas por ellos mismos u otros betas de la manada con la lana de sus propias ovejas.

- ¿Estás cómodo? - JiMin asintió.

- Pero se sentiría más calentito si os acostarais todos conmigo. - Le propuso mimoso.

- Danos un minuto. - Le dijo mientras TaeHyung ya se metía bajo las sábanas como un roedorcillo y se acomodó junto a JiMin. - Iré a acostar a los niños con Jinnie y Hobi y enseguida volvemos.

Los cachorros no subían a la planta de arriba, en la que dormían sus padres. Ellos tenían su propia habitación en la planta de abajo, junto a la cocina, para que se mantuvieran calientes. También con una cama grande y común. Un cuento y un beso de buenas noches antes de arroparles con cariño y cerrar la puerta de la habitación.

- NamJoon... - Pronunció TaeHyung cuando ya estaban todos recostados. - Yo creo que YoonGi sería un buen omega para unirse a...

- Tae... la decisión no es tuya. - Le recordó JiMin antes de que se lo repitiera el alfa. - NamJoon es quien tiene que decidir.

- Pero... - Se quejó el menor de los omegas.

- JiMin tiene razón. - Apoyó HoSeok. - Es el alfa el que debe decidir. Y nos guste o no, sabemos que él hará lo mejor para la manada. - Sonaba como si estuviera apoyando incondicionalmente a NamJoon, pero su mirada le decía al alfa que él también esperaba que lo hiciera. TaeHyung era menos sutil. Levantó la cabeza por encima del hombro de JiMin, quien estaba al lado del alfa, pues a él siempre le gustaba dormir con sus omegas embarazados pegados a él sintiendo que así les protegería mejor, y le miró con un puchero.

- NamJoonie... - Siseó meloso. - No puedes dejar que se vaya. Es un omega indefenso que no sabe nada sobre los cambiaformas. No podemos dejarle solo. Necesita un alfa.

- ¿Qué te he dicho de intentar condicionar mis decisiones, Tae? - Respondió fingiendo ya estar adormecido. - ¿Crees que con esa actitud mimosa me vas a hacer vulnerable a ti? - Le preguntó.

- No finjas, Nam. - Le habló su hermano mayor. - Ya eres vulnerable a nuestros encantos. - Afirmó sin dudar con una sonrisa en los labios. Jin solía dormir al otro lado de NamJoon. Como su primer esposo, el mayor de todos y el hermano de NamJoon, tenía ese ligero derecho no pactado. - Pero HoSeok tiene razón, Tae. La decisión final no es nuestra.

- He dicho que durante esta noche pensaría en qué haremos mañana con él. - Declaró el alfa. - Y eso es lo que haré.

- Me parece bien. - Dijo HoSeok buscando el calor de Jin. - Pero no finjas que no te gusta el muchacho. - Comentó sin esperar respuesta. - Desde el momento en que le trajiste todos pudimos verlo en tus ojos. Te conocemos bien.

- Que sea lindo no significa nada. - Aseguró NamJoon. - Muchos pueden parecerme atractivos, pero hace falta mucho más para ser un omega de mi harén.

- Lo que tú digas, alfa. - Susurró HoSeok burlón.

- Vosotros deberíais saberlo bien. - Pronunció. - Tengo una condición muy concreta y sencilla.

- No es tan sencillo como lo haces sonar, en realidad. - Opinó Jin.

- Tiene que ser simple, Jin. Sino no tiene valor alguno. - Sentenció el alfa.

La Manada [BTS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora