46. Revelación familiar

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Partieron unos días después. Cuando YoonGi dejó de presentar síntomas de la infección, aunque la marca aún estaba algo roja, pero ahora NamJoon no dejaba de cuidarla y mimarla.

El trayecto fue algo más difícil para el bebé de lo que pensaron. Habían salido temprano para intentar que fuera dormido la mayor parte del camino. Pero pronto se echó a llorar molesto. Más que largo, el problema era que el camino, por llamarlo de alguna forma, a través del bosque cerrado, resultaba complicado. Cuando ya llevaban una hora caminando campo a través YeonJun intentaba hacerse el fuerte siguiendo de cerca a su hermano menor alfa quien seguía el ritmo de los mayores con facilidad y no le quitaba ojo a su hermano mayor, siempre pendiente de él, en silencio.

Los adultos, sabiendo que era un trayecto algo pesado para los dos pequeños lobatos paron a descansar un rato y así aprovecharon para amamantar al pequeño TaeHyun.

- Ya queda poco, niños. - Les dijo su padre alfa.

En el último tramo, NamJoon cambió su transformación y le siguió el ritmo a los demás en su forma humana, llevando al bebé en brazos. No parecía gustarle la mochila, en brazos de su padre estaba mucho más cómodo.

Así recorrieron el resto del camino y llegaron a una cabaña grande tan embuída en el bosque que era difícil de ver hasta que te topabas con ella de frente a pocos metros. Todos se transformaron para contemplar el lugar. Hermosamente las enredaderas subían por la fachada de madera cubriéndola de un manto verde. Parecía una gran casa de cuento de hadas. Una niña pequeña estaba sentada en el porche jugando con una muñeca. Fue la primera de la casa en verles. Los ojos se le abrieron mucho y se puso de pie con una sonrisa.

- ¡Jin! ¡NamJoon! - La niña corrió hasta Jin estampandose contra él en un fuerte abrazo. Jin intentó auparla feliz, pero no pudo.

- Madre mía, cuanto has crecido, UmJi. Ya no puedo contigo. - Dijo Jin alegre. NamJoon le entregó a JiMin al bebé y se dirigió a su hermana menor.

- Pero yo sí puedo. - Abrió los brazos recibiendola y aupándola en lo alto haciendola dar vueltas mientra ella reía.

- ¡Qué sorpresa! Miren a quien tenemos aquí. - Un hombre de unos 40 o 50 años había salido de la casa y les recibía con emocionada tranquilidad.

- Papá, me alegro de verte. - Jin se acercó a él y le abrazó.

- ¡Abuelo! - Gritó YeonJun corriendo hacia él.

- Mi querido nieto. - Le abrazó con fuerza. - Vamos, entrad todos. - Les invitó. - Vestíos y comed algo. Ese camino es demasiado para unos niños tan pequeños. Como se os ocurre venir con un bebé. Ay... que cosa más linda. Déjamelo ver, JiMin, querido. - Pudiera ser que el padre omega de Jin fuera el ser más cariñoso que habían conocido nunca.

- Puede cogerlo, si quiere.

- ¿Puedo? - Preguntó cuando ta lo estaba haciendo. - Mira que preciosidad. ¿Quién es el bebé mas guapo? - Su voz se habia vuelto infantil y no dejó de hacerle carantoñas mientras se dirigía a la casa seguido de JiMin y Jin. - Pasad todos. - Volvió a decir. - Haré chocolate para estos pequeños.

- ¿Y para el resto no hay chocolate? - Se quejó TaeHyung divertido a lo que él rió.

- Claro que sí, TaeTae. - Dijo mientras todos le seguían.

JungKook y YoonGi se quedaron mirando entre si un poco mas atrás.

- Vosotros dos esperad. - Pidio NamJoon, quien se había quedado más rezagado. Los dos se giraron para mirarle y entonces se dieron cuenta de que no miraba a la casa. Después de saludar a su hermana, se había puesto de espaldas a la casa y miraba hacia el bosque, hacia el lado contrario del que habían venido.

La Manada [BTS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora