Cuando un alfa se siente nervioso y alarmado y le cuesta conciliar el sueño, sus omegas también se sienten igual de inquietos. A lo largo de la noche, todos ellos, más de una, y algunos más de dos veces, se despertaron para encontrarse con los ojos abiertos de su alfa.
- ¿No puedes dormir, NamJoon? - Le preguntó JiMin entristecido.
- Sólo tengo mucho en qué pensar. - Le había respondido el alfa en un susurro tratando de dejar descansar a los demás.
- No te preocupes. Encontraremos la forma de solucionarlo. - Le animó Jin acariciando su mejilla suavemente. - Intenta descansar. No se puede pensar con claridad sin el cerebro descansado.
- Eres muy sabio, mi amor.
Más entrada la noche, JungKook cruzó una mirada somnolienta con él.
- ¿Crees que podrás encontrar a los culpables? - Su voz temblaba ligeramente. Al fin y al cabo, JungKook era el más joven de todos y no sabía a penas nada de los humanos. Su antigua manada estaba completamente cerrada, no como la de Bukhansan. No sabía cómo enfrentarse a una situación así.
- No tengas miedo, mi cachorro gris. - Le calmó. - Yo me encargaré de todo. Sólo no hagas travesuras con TaeHyung alejandoos de mi lado.
- Claro. - Respondió adormecido.
- Descansa, Kookie. Debes dormir bien.
YoonGi abrió los ojos poco después. Se limitaron a mirarse un rato en silencio. El alfa alargó su brazo, por debajo de la almohada de HoSeok y tomó la mano de su omega albino con fuerza.
Eso hizo que pudiera dormir al menos un par de horas del tirón. Pero la angustia en su pecho no cesó y volvió a despertarle para encontrarse con un muy leve sollozo contra su pecho.
NamJoon abrazó a HoSeok con fuerza y frotó su espalda consolándole.
- Estoy aquí. No os ocurrirá nada. - HoSeok no podía evitarlo. Tenía mucho miedo. No podía dejar de pensar en cómo la imprudencia humana, sin mala intención, había destruido el bosque y toda la manada con la que había crecido. Si un accidente así había acabado con su familia qué podría hacer un humano malintencionado y desalmado capaz de poner horribles trampas en lugares por donde correteaban niños. - Calma. Calma. - Su llanto ahogado a propósito por mantener el silencio en la noche sólo aumentaba la intranquilidad de NamJoon. No poder apaciguar el corazón de su omega alteraba sus nervios y le hacía estar aún más furioso. Esta vez consigo mismo, por no sentirse capaz de mantener a su manada viviendo en paz. Se estaba empezando a sentir realmente mal. Angustiado, nervioso y enfadado, ya no parecía ser capaz de controlar sus propios latidos que se disparaban alocados. Sábado que si no se calmaba sus feromonas se esparcerían por la habitación poniendo aún más nerviosos a sus omegas. Si su alfa perdía la batalla contra su propio miedo, estaría cerca de cundir el pánico entre ellos y su deber era impedir eso. Debía mantenerse calmado. Mostrarse exaltado haría de la manada un caos. Incluso para el gran alfa negro de Bukhansan era demasiada presión, pero jamás se quejaría de su deber. Debía controlarse a sí mismo. Por muy asustado que estuviese, era su responsabilidad como alfa mantenerse firme y solucionar el problema. Antes de poder darse cuenta, sumido en sus pensamientos, el sol empezó a hacer claro el cielo y HoSeok ya había caído de nuevo rendido de sueño y pesar en sus brazos. El alfa se consoló pensando que, por lo menos, aún era capaz de calmar el llanto de sus omegas a pesar de a penas poder controlar su propio corazón. Entonces sintió el delicado roce de los dedos de TaeHyung haciendo dibujos en su espalda. Sonrió. Las caricias eran sublimes. Se giró con mucho cuidado y le sonrió.
- Tenía la esperanza de que al menos tú habrías podido dormir bien. - Comentó NamJoon. - Mi omega dormilón.
- He dormido igual de mal que los demás. - Aseguró cabizbajo. - ¿Cómo podría hacerlo sintiéndote tan alterado?
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La Manada [BTS]
FanfictionEn el bosque de Bukhansan, la manada de Kim NamJoon vive en armonía. Él cuida de betas, omegas y cachorros. Cada uno tiene su lugar y nada parece capaz de perturbar la paz de la manada. Pero un omega de ciudad, que no comprende nada de su propia na...