21. Vientre de vida

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Pasaron los tres días del celo de TaeHyung y luego una semana más y luego dos. Y mientras TaeHyung se miraba en el espejo del baño sin poder ocultar una sonrisa tonta, esperanzado, NamJoon esperaba releyendo el prospecto de aquel curioso invento humano.

- 100% fiable. - Narró. - ¿No te parecen increíbles las cosas extrañas que inventan los humanos? ¿No puedes simplemente esperar a que te crezca la tripa y que comprobar que te saltas tu próximo celo para saber si estás embarazado? Como siempre hemos hecho aquí. Al modo natural. - Propuso desconfiado.

- Pero, Nam... eso es esperar tres meses. Yo quiero saberlo ya. - La verdad era que a NamJoon no le había costado mucho ceder ante la petición de comprar aquel artilugio humano. - Jin dice que él no tiene el material para hacer esa prueba, pero que la hornoma es la misma para humanas y cambiaformas así que esa cosa debería funcionar igual.

- Hormona, Tae. - Le corrigió sin mucho afán, pues seguía centrado en leer, mientras el minutero de su reloj daba vueltas pasando los tres largos minutos de la prueba para conocer el resultado. - Orinar en un trozo de plástico. Un poco asqueroso.

- YoonGi dice que las humanas lo hacen siempre así. - Por supuesto, YoonGi, al ver el nerviosismo de TaeHyung de la semana anterior por saber si había quedado embarazado, le había hablado al omega sobre los test rápidos de embarazo que podían conseguirse en cualquier farmacia. Y NamJoon lo había pedido de inmediato para aliviar su estrés por la espera. Pero ahora le daba miedo lo que vendría después si el resultado daba negativo. TaeHyung no había tenido tiempo para centrarse y pensar las posibilidades, sólo estaba muy emocionado y el alfa sabía que eso era una lotería en la que hasta ahora no había tenido suerte.

NamJoon bufó expectante y preocupado. Por supuesto que él también quería que TaeHyung quedara embarazado, pero no compartía su ansiedad y prisa. Claro que quizá era porque él ya era padre de dos cachorros y estaba esperando un tercero. Comprendía que TaeHyung sintiera envidia. Además, unidos por su marca, sentía sus preocupaciones como propias. Sentía en su pecho la tristeza de su omega, su angustia y su miedo. Así que también sentía sus nervios crisparse.

Pasaron los tres eternos minutos y... nada. Entre las manos del alfa, aquella línea rosa no cambió de color. Cerró los ojos un segundo y suspiró con tristeza, pensando rápidamente en cómo iba a enfrentarlo. Una vez más. Malditos artilugios humanos. De ese modo las noticias llegaban de golpe, sin tiempo para adaptarse a la verdad. Le dolía mucho más de esa forma y sabía que para TaeHyung también sería mucho más doloroso. Pero también entendía que quisiera la inmediatez antes que pasarse demasiado tiempo esperando una respuesta.

- Tae... - Levantó el rostro para mirar a su omega, pero él ya miraba hacia abajo, sabía muy bien lo que significaba la expresión y el suspiro de su alfa. Él también podía sentir la tristeza de su compañero. - Cariño, lo siento. - Se levantó para abrazarle y consolarle, pero TaeHyung abrió la puerta del baño y salió corriendo escaleras arriba. Ignoró a las personas que estaban agolpadas frente a la puerta del baño, también esperando una respuesta. Se quedaron quietas, conociendo la respuesta tan solo por su actitud, por supuesto. Si hubieran sido buenas noticias estaría saltando de alegría y sonriendo eufórico, mostrando su hermosa sonrisa cuadrada.

- Lo siento, Nam. - Habló HoSeok. El alfa también se sentía derrotado, pero tenía que ser fuerte, por Tae Hyung.

- Iré a hablar con él. - Comentó con voz apagada. YoonGi nunca le había visto así. Siempre le había contemplado con admiración. Un alfa fuerte, valiente e inteligente que desprendía un aura de seguridad y calma. Sabía que amaba mucho a sus omegas también, se lo hacía saber con hermosos gestos cada día y no era difícil ver cómo se quedaba obnubilado contemplado a alguno de ellos. Pero ahora, era la primera vez que se daba cuenta de que aquel alfa podía sufrir también por sus sentimientos. Eso el hacía, a la vista de YoonGi, irónicamente, más humano. Al omega aún le era difícil eliminar sus conceptos arraigados de diferenciar entre humanos y bestias, fuera lo que fuera él mismo.

La Manada [BTS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora