23. TaeHyun

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NamJoon intentaba fingir no estar aterrorizado mientras contemplaba a JiMin tumbado en la camilla del hospital. Parecía calmado y sin dolor, durmiendo en silencio, pero él sabía que era sólo porque estaba sedado.

- NamJoon. - Le llamó Jin. - ¿Has dormido algo en toda la noche? - Era casi medio día del día siguiente a su llegada y el alfa no se había despegado de su delicado omega

- He dado un par de cabezadas en la silla. - Mintió piadosamente sabiendo que Jin no le creería, pero lo dejaría pasar. Un onega aguantaba bien pasar las noches en vela. Estaban genéticamente preparados para acudir al llanto de sus cachorros y consolarlos hasta pasada la madrugada. Con dormir unas pocas horas, podían soportar a cabo el resto de sus agotadoras actividades diarias. Por supuesto, para cada cambiaformas es distinto, pero generalmente esa era la norma. Pero para un alfa era distinto. Ellos necesitarían mucha energía concentrada en un único momento con el objetivo de proteger a los suyos de un ataque o cualquier situación de peligro, por lo que, para almacenarla, se necesitaban más horas de sueño diariamente. De ahí la preocupación de Jin por su alfa.

- Al menos baja a la cafetería y come algo. - Le rogó. - Yo no me separaré de él. Te avisaré si despierta.

- No será necesario. Noto su latencia. - Dijo llevándose la mano al pecho. - Si despierta lo sentiré.

- Entonces ve. Los demás están abajo también. - El alfa suspiró pesadamente y, aprovechando que no había gente ajena en la habitación, abrazó a Jin por la cintura y le besó despacio. Nada intenso, sólo quería sentirle cerca un instante y así calmar su espíritu al alimentarlo con su amor. - Todo saldrá bien. - Le prometió con una caricia suave en la mejilla.

- Confío en ti. - Aseguró el alfa.

- Confía en él. - Rectificó su amado con absoluto cariño. NamJoon salió de la habitación y se encaminó a la cafetería. Allí estaban TaeHyung y HoSeok, quienes no se sepraban de YoonGi un poco acongojados de los humanos, que eran desconocidos para ellos.

- Estás horrible. - Le dijo TaeHyung directamente cuando se sentó a su lado. Puso el codo en la mesa y apoyó la frente en su mano.

- Debes descansar un rato. - Opinó HoSeok, siendo más delicado. - JiMin no se pondrá mejor porque tú duermas menos. - Le recordó.

- Estoy bien. - Les confirmó también a ellos. - Sólo tengo que refrescarme un poco y desayunar algo. - HoSeok acarició su cabello y peinó algún mechón rebelde.

Pasar toda la noche velando a JiMin había sido agotador, pero sería incapaz de dormir estando expectante de su estado. Los omegas, además, se habían turnado a pesar de que necesitaban dormir menos.

- ¿Habrá un teléfono público aquí? - Preguntó HoSeok ojeando su alrededor. - Quiero llamar a tu hermano. Contarle la situación y hablar con los pequeños.

- ¿No hemos traido uno de los teléfonos de emergencias? - Quiso saber NamJoon.

- Se nos olvidó con las prisas. - Señaló TaeHyung.

- Toma el mío, HoSeok. - Le ofreció YoonGi, quien aún tenía costumbres humanas y no olvidaba llevarlo encima. Aunque era verdad que lo usaba mucho menos, pues no tenía tanta gente con quien hablar. - No creo que ya encuentres una cabina de teléfono en esta década. - Declaró.

- Lo que hay que aguantar. - Se escuchó una voz cercana. - Ahora esos perros vienen a la ciudad y usan nuestros hospitales. - Expresó un hombre molesto. - Es el colmo.

A pesar de ser un alfa, NamJoon era alguien sereno. Poco le importaban los comentarios y menos ahora que estaba cansado y preocupado por JiMin y su hijo. Sabía, igualmente, que iban a cruzarse con esa clase de personas desde que habían salido del bosque. Así como mucha gente tenía curiosidad por ellos, otros, por desconocimiento absoluto, parecía odiarles sin razón. Poco le importaba. De normal, nadie les identificaría como cambiaformas, a no ser porque hubieran visto a JiMin embarazado, como había pasado cuando habían llegado o porque el rumor de que había cambiaformas allí, se había extendido por el hospital. Siempre iba a haber gente curiosa. Tampoco podía culparlos por eso. Como fuera, lo único que tenía en mente es que esa gente que se sentía incomprensiblemente ofendida por su presencia no molestara a sus omegas así que, al verles bajar la cabeza entristecidos, NamJoon decidió que irse de aquel lugar tan público sería lo mejor.

La Manada [BTS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora