19. Acónito

2.8K 390 323
                                    

TaeHyung, acurrucado contra NamJoon, despertó con una erección, en consecuencia, el alfa también. El olor a flores llenaba la habitación embriagadoramente atontando un poco al alfa. Aún quedaban unas cuantas horas para que el omega sintiera su celo estallar, pero los efectos ya eran visibles para todos. Aún tirados en la cama, NamJoon se dedicó a lamer la marca del omega, pero dejó que ambas erecciones bajaran naturalmente, no era buena idea provocar a un lobo antes de tiempo.

Cuando YoonGi salió de la habitación era un poco tarde, todos estaban desayunando. Llevaba la bandeja de comida que le había ofrecido Jin la noche anterior, vacía. El mayor de los omegas la cogió con una sonrisa gratamente complacido y más convencido de la actuación del alfa. TaeHyung estaba encogido sobre las rodillas de su alfa, desayunando torpemente entre sus caricias.

- Vamos, niños. - Les apresuró HoSeok. A la escuela. - Los dos pequeños salieron perezosos por la puerta, con HoSeok siguiéndoles, sin saber que ese día era algo temprano para ir tan deprisa. Pero la casa pronto sería un lugar donde dos niños no debían estar. Al menos no antes de que NamJoon se llevase a su omega en celo a la habitación que siempre tenían preparada para ello.

YoonGi se sentó discretamente al otro lado de la mesa, junto con JiMin. No había tardado en comprender el porque de la actitud cariñosa de la pareja, pues el aroma de TaeHyung le había golpeado con fuerza nada más abrir la puerta de su dormitorio.

- Toma, Nam. - Le ofreció Jin una bebida caliente que YoonGi no sabía qué era.

- No bebas. - Gruñó TaeHyung apartando la taza de él.

- No seas bebé, Tae. - Rió NamJoon con cariño alcanzándola de nuevo.

- Pero te dejará adormilado. - Se quejó el omega.

- Eso no es cierto, cielo. - Aseguró - Me ayudará a calmarme un poco. Sabes que puedo ser algo brusco al principio. - Le abrazó con fuerza y le habló al oído, aunque todos pudieron oírlo con claridad. - Porque tu aroma me vuelve loco.

- Pero yo quiero que estés bien despierto - Le espetó enfurruñado escondiendo el rostro en el cuello del alfa. - Con todos tus sentidos.

- Tae, entiendo lo que dices, pero no voy a hacer eso. - Habló muy serio. - Esto me ayuda a mantener el control hasta que mi cuerpo se acostumbre al olor de tu celo.

- Pero quizá no lo necesitas, no todos los alfas lo usan. - Aseguró. - ¿Y si beberlo quizá hace que tengamos menos posibilidades de tener un bebé? - Pronunció quejicoso.

- Eso no es así, Tae. - Intervino Jin como autoridad sanitaria del lugar. - No tiene nada que ver. Te lo prometo.

- Pero podríamos intentarlo. - Insistió.

- Ya lo intenté, Tae. Antes de conocerte. - Informó NamJoon serio. - Y Jin no acabó bien.

- No seas tan dramático. - Sonrió de omega con gesto angelical. - No fue nada grave.

- Los mordiscos y arañazos tardaron tres semanas en curarse. - Le recordó el alfa. - Y desde entonces no puedes cargar demasiado peso con tu brazo izquierdo o corres el riesgo de que se te vuelva a dislocar el hombro. Yo eso lo considero grave y sabes que es algo que nuca me perdonaré.

- Pero tienes que reconocer que fue excitante al principio. - Bromeó guiñándole un ojo, intentando quitarle importancia. NamJoon no parecía más calmado por ello. Aunque en ese momento había sido doloroso, aquello había sucedido hacía varios años y la culpa no había sido sólo de NamJoon, pues Jin le había insistido del mismo modo en que ahora lo hacía TaeHyung, por pura inconsciencia provocada por el deseo.

- No cederé. Nunca más. - Sentenció ignorando las quejas de TaeHyung y comenzando a beber. En sus rodillas, el omega se enfurruñó.

- No comprendes nada, ¿verdad, YoonGi? - Comentó JiMin con absoluta amabilidad. El desorientado omega negó avergonzado. Nada. No sabía nada sobre su propia especie y cada vez era más obvio.

La Manada [BTS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora