6

558 45 10
                                    

Martes 00:58

Lo único que se escucho fue el retumbar de la mano de la reina contra la mejilla de su hijo, el baile ya había terminado, de manera abrupta dado a la aparición de los desaparecidos. Nano se tocó la mejilla y reprimió su enojo, ya que muy dentro de él, sabía que se lo merecía.

- ¿Cómo hozan a aparecer de semejante manera? - lo regaña la reina - ¿No sois conscientes del escándalo que provocaron?

- Con el debido respeto madre - habla Nano por primera vez - creo que el escándalo lo ha provocado mi hermano bailando de semejante manera con la hija de los marqueses

Samuel quien se encontraba en un rincón de la oficina, miró el rostro de su hermano por segunda vez en la noche (a pesar de aparentar estar en perfecto estado pudo notar como Nano en los meses desaparecido había bajado de peso, sus pómulos se notaban más marcados y el saco que llevaba le sobraba de los hombros) y le sonrió con amargura.

- ¿Es enserio Nano? - Samuel se acerca a su hermano - llegas de la nada junto a Marina ¿y yo soy el que da un escándalo por bailar con Carla? no me hagas reír

- ¡¡Ella es una traidora Samu!!

- ¡NO! - Samuel alza la voz y empuja a su hermano, lo toma de la camisa y lo estampa contra la pared - El único traidor eres tú - lo golpea contra la pared – tú fuiste quien se fijó en Marina aún sabiendo que estaba conmigo, tuviste la decencia de embarazarla y desaparecer

- Samuel - la reina intenta sepáralos - hijo por favor

- Estábamos mejor sin ti - susurra Samuel dejando ir a su hermano

Fernando mira a su hermano, sin duda había cambiado, ya no era el crio que dejó a un lado hace un año, y estaba furioso con él, eso le partió el corazón, sin embargo sabía y entendía el enojo de su hermano menor hacia él, después de todo Nano le había hecho mucho daño, no solo por engañarlo con Marina, sino que había roto la promesa que le había hecho en el lecho de su padre antes de morir, lo dejó solo a él a su madre y a su hermanita (quien se encontraba en esos momentos en un internado en Suiza).

Samuel se quitó de encima las manos de su madre y salió de la oficina, tenía la respiración agitada y el corazón acelerado. Al salir se topó con la cabellera rojiza y los ojos azules de Marina, se mantuvieron la mirada por un par de segundos, Marina vio en los ojos marrones de Samuel todo el enojo contenido y él vio en Marina profundo arrepentimiento, la pelirroja se intenta acercar, pero él rápidamente la esquiva y se dirige hacia su habitación.

- Menudo recibimiento habéis tenido ¿no hermanita? - se burla Guzmán

- No es momento para bromas Guzmán - lo regaña Laura, su madre

Marina estuvo a puno de responder, pero el llanto de su hijo, quien se encontraba en su carriola le impidió responder a su hermano, Marina envuelve a su bebé de tres meses en su manta blanca y lo llena de besos, el niño abre sus ojitos dejando ver el azul brillante con matrices verdes, idénticos a los de su padre, acaricia su cabecita y le sonríe.

- Tranquilo mi amor - le susurra - todo estará bien, papá arreglará todo y podremos estar tranquilos los tres - besa una vez más la frente de su hijo - te lo prometo

A Laura y Ventura se les partió el corazón al ver a su hija de esa manera, apenas tenía diecisiete, y bien sabían que el futuro de su hija ya no dependía de ellos, sino más bien de la reina, y ambos vizcondes se preparaban para lo peor.

- ¿Cómo se llama? - Guzmán interrumpe el momento, llamando la atención tanto de su hermana como de sus padres

- Felipe. Guzmán- responde Marina mirando a su hermano - tiene el nombre de su tío... me ha costado convencer a Nano, pero... lo he conseguido - se le acerca - ¿quieres conocer a tu sobrino?

Realeza del siglo XXIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora