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Madrid - España

Víspera de nochebuena

Para ser invierno era una mañana preciosa y el club del lago proporcionaba esa sensación de calidez mientras los amigos iban llegando, ese día sería noche buena y como ya era tradición el grupo de amigos se juntaba aquella mañana para un brunch en el reservado del lugar.

- ¡Pero mira nada más! - exclama Guzmán al ver llegar a Lu y Valerio sin los niños - ¡si es la Moana más linda del mundo!

- Que tonto y tan temprano - contesta Lu al llegar junto a sus amigos

Hasta el momento solo eran Lu, Valerio, Guzmán y Nadia, quien mecía a su pequeño hijo entre sus brazos, los cuatro se saludaron con besos en las mejillas y Lu suelta una exclamación al ver a su ahijado, a quien acuna entre sus brazos y se llena de ese olor a bebé.

- Es tan suave - dice Lu al tocar su mejilla - lamento no haber podido venir antes - se disculpa al sentir los brazos de Valerio envolverla por la espalda para ver al nuevo integrante

- No tienes que disculparte, no ha sido un mes fácil para ti - responde Nadia acariciando el brazo de su amiga

Por la mirada que le dio Nadia, Lucrecia supo enseguida que sus amigos ya estaban al tanto de su perdida, pero no se enfadó con ninguno, sabía bien que se preocupaban por ella y los niños, así que le sonríe a Nadia y se inclina para besar la cabecita de Farid, que era como Nadia y Guzmán habían nombrado a su hijo.

- ¿Cómo es que han llegado antes que yo? - dice Ander a modo de saludo a sus amigos - pero mira nada más como crece - observa con fascinación a su ahijado - es perfecto como su padrino

Lu rueda los ojos y todos ríen, Ander se había encariñado muy rápido con el pequeño Farid y es que, si se ponía a pensar más de la cuenta, más de una vez se le había cruzado por la cabeza que si siguiera con Omar, Farid no solo hubiera sido su ahijado, sino que también su sobrino.

- Lamento el retraso - dice Samuel entrando por las mamparas de vidrio

- ¡Pero mira nada más! - dice Guzmán palmeando la espalda de Samuel en medio del abrazo - si es el príncipe desaparecido

- No le digas así - interrumpe Valerio abrazando a su amigo - mira que después si se nos pierde y no lo vemos en un mes más

- Con suerte me ha respondido a mis últimos mensajes - lo acusa Lu apuntándolo con el dedo - ¿Dónde te has metido he?

- Lo lamento chicos - se disculpa Samuel luego de besar las mejillas de Lu y acercándose a Nadia

- A mí ni siquiera me fue a visitar al hospital - lo regaña Nadia y Samuel se encoge de hombros

- Venga chicos, que es el buen Samu - lo salva Ander quien, sin saberlo Samuel, él ya sabía todo gracias a Patrick - de seguro nos lo explica todo ¿no?

- Ni siquiera sé cómo empezar - se excusa Samuel

Rápidamente empiezan a ponerse al día en torno a la mesa redonda, rebosante de copas de vino y champan, además de bocadillos dulces y salados de los cuales todos degustaban animadamente, Samuel sintió como si no hubiera avanzado el tiempo entre ellos, cuando la verdad era que todos habían crecido y madurado.

- ¿Y Omar? - pregunta Lu

- Su vuelo se retrasó en Latinoamérica - responde Nadia dejando a su hijo en la carriola quien ya dormía profundamente – debería de llegar justo para la cena

- No te imaginas cuanto revuelo ha causado su libro - dice Samuel orgulloso de su amigo

- Lo sé - responde Lu - me dio el primer ejemplar del libro, pero se le olvidó dedicármelo - hace morritos y todos vuelven a reír

Realeza del siglo XXIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora