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New York – martes 15:35

Luego de las audiciones Jane y Alicia junto a sus padres habían decidido ir a cenar todo juntos al departamento de Carla, y las niñas habían celebrado la primera parte de su plan, ahora solo quedaba completar la segunda y esa era que Jane se quedara a dormir con Alicia y así tener una pijamada a mitad de semana.

Alicia quería ir en el auto de su amiga junto a los padres de ella, por lo cual cuando Samuel salió casi corriendo del auditorio pudo ver como Carla se despedía de ella aguaitando la mano en dirección a un auto azul.

- Carla - Samuel deja salir su nombre y Carla se estremece bajo su chaqueta

La marquesa se gira en sus talones y se encuentra con la mirada de Samuel, en él ya no veía el enojo que había visto noches atrás, ahora se veía con cierto dije de felicidad brillando en esos ojos marrones, de los cuales aún estaba completamente enamorada.

- Samuel... - Carla lo mira asombrada, no esperaba verlo allí - ¿Qué haces aquí? - pregunta una vez que ya estaban lo suficientemente cerca

- Cayetana me ha prácticamente obligado a venir - responde sin mentir - vi a Alicia... - dice su nombre y algo en él se estremece por completo - ella es fabulosa, ¿por qué no me dijiste que bailaba tan bien?

- No creí que quisieras saber más de ella hasta tener el resultado de las pruebas - responde la marquesa con sinceridad

Samuel podía percibir el asombro en Carla y si bien ella tenía razón, en ese momento todo lo que quería era poder admirar de cerca a la pequeña niña que lo había traído de vuelta del mundo de los muertos.

- ¿Se ha ido sin ti? - pregunta Samuel

- Tendremos una cena con su mejor amiga y sus padres - responde Carla abriendo la puerta del auto para dejar el bolso en el asiento del copiloto

- ¿Crees que podríamos vernos antes de obtener los resultados? - pregunta Samuel asombrándose a sí mismo con tal petición

Carla no supo cómo tomarse aquello, en sus palabras no parecían haber segundas intenciones, más no podía descifrar a que venía aquel acercamiento cuando había sido él quien había dejado en claro que entre ellos ya no existía nada más que no fuera Alicia.

- Puedes ir el jueves a casa - sugiere Carla - cuando Alicia se haya dormido, a las diez y media está bien, ya sabes mi dirección

Carla entra al auto dejando a Samuel fuera de su alcance, nada de aquello se lo había esperado, aunque ya debía de saber que con Samuel nada era de esperarse, baja la ventana del auto y enciende el motor.

- Carla - Samuel la detiene antes de quitar el freno de mano - solo quiero saber un poco más de ella antes de conocerla

Carla se le queda mirando, por supuesto que quería saber más de ella, la manera en que su mirada había brillado cuando dijo su nombre, era de una manera única, era algo que, a pesar de haber estado separados por diez años de Samuel, estaba segura de que era la primera vez, que su mirada resplandecía de aquella manera, tan única y especial.

- Está bien - responde Carla antes de partir

Samuel se queda allí observando como Carla se marchaba y volvió a experimentar aquello que le escocía en el pecho desde esa mañana en que Carla lo dejó en el aeropuerto, y se dio cuenta que el verla partir era un miedo profundo a no volverla a ver.

Al llegar a casa la marquesa y su hija compartieron una deliciosa comida casera preparada por Marcus y Richard mientras Alicia y Jane jugaban con Lady corriendo de un lado para el otro, subiendo y brincando desde la cama de Alicia hasta la "piscina" de almohadas de pluma que habían fabricado, Carla las observaba jugar desde la sala de estar, en su infancia había tenido muy pocos momentos de diversión genuina como aquél.

Realeza del siglo XXIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora