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Al llegar al castillo ambas chicas fueron recibidas por Nano, quien esperaba preocupado por Marina, ella le aseguro que estaba bien, que Carla la había salvado de cierta forma, Nano le agradeció y entraron al castillo.

- ¿Quieres comer algo? - le pregunta Nano a su novia cuando le quita la mochila de los hombros

- La verdad es que solo quiero amamantar a Felipe - responde Marina desabrochando algunos botones de su blusa - me duelen los pechos

- Claro - responde Nano - iré por él, Rebe lo estaba cuidando mientras hacia un par de llamadas, he solucionado el traslado de la universidad, empezaré la próxima semana aquí

- Eso es genial cariño - Marina besa sus labios - ahora ve por Felipe por favor, siento que voy a explotar

Nano va en busca de su hijo y Marina se queda de pie, siente la mirada de Carla y no quería ser descortés después de todo ella la había salvado de otro ataque de ansiedad.

- ¿Quieres ver el apartado? - le pregunta - es como un departamento dentro del castillo

- Seguro - responde Carla siguiendo a Marina

Marina la sigue ente pasillos, hasta llegar a una puerta blanca en donde estaban tallados los nombres de Marina, Nano y Felipe, Marina abrió la puerta y ambas chicas entraron. Carla quedó impresionada, sin duda era como un departamento, pero tres veces más grande, era como una casa urbana dentro del castillo, en la primera planta había un espacio abierto, una cocina americana de mármol blanco, un comedor de piedra para doce personas, y una sala de estar con los sillones más cómodos en lo que ella se había sentado, en las paredes habían imágenes de Nano y Marina, sin duda de cuando se fugaron juntos, habían imágenes de ecografías y del pequeño Felipe, en lo alto había un retrato a la Marilyn Monroe que Carla había visto con anterioridad en la mansión de los Nunier, supuso que en la segunda planta estarían las habitaciones, pero no quiso preguntar y parecer entrometida.

- Ponte cómoda por favor - le pidió Marina

- Es muy lindo el lugar que tienen - admitió Carla ya que una extraña sensación de calor le atravesó el cuerpo al mirar los juguetes de Felipe tirados por toda la sala de estar

- Si, la verdad es que Samuel nos hizo el favor de otorgarnos el lugar - responde Marina llenando una copa de vino tinto y una con agua para ella

Carla se mordió la lengua, ya que la versión que ella conocía era muy distinta a la que Marina le acababa de contar, le agradeció la copa y Marina se sentó a su lado.

- ¿Y cómo es? - pregunta Carla

- ¿Cómo es qué? - inquiere Marina

- Vivir aquí - responde Carla - la vida de pareja...

- La verdad es que no es tan difícil como pensé, Nano es un gran padre y novio, hemos tenido altibajos, pero logramos salir adelante... aunque eso todo el mundo lo sabe - admite Marina sintiendo el calor en sus majillas

Antes de que pudiera responder Rebe hace acto de presencia con su sobrino en brazos y se lo entrega a su cuñada, Marina lo llena de besos y el bebé emite pequeñas gárgaras.

- Ha estado insoportable - comenta Rebe - Nano ya viene tuvo que responder una llamada... está investigando la dirección de los tweets

- Tu hermano debería dejar eso de lado - dice Marina desabocando su brasier

El pequeño al ver la acción de su madre se pone como loco, lanzando sus piececitos y manitos hacia todas direcciones, y todas le sonríen. Marina toma a su hijo y se lo pone directamente en el pezón, el pequeño empezó a succionar con fuerza.

Realeza del siglo XXIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora