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New York 2018

A Carla le temblaban las manos, miraba la sala a su alrededor, todos con sus parejas, futuros padres acompañados, con las manos entrelazadas y sonrisas radiantes, en cambio ella estaba a un lado de la sala, sola y sin la menor gota de felicidad.

Las personas la miraban de reojo, no creía que la llegaran a conocer, esto era Estados Unidos, no era tan conocida como lo era en España, además que las miradas que le lanzaban no eran de asombro, sino de pena incluso enfado, era joven, guapa y por la ropa que vestía visiblemente daban por sentado que era una chica con dinero, y no se imaginaban cuánto.

- ¿Carla Rosón? - pregunta una enfermera algo dudativa al leer el nombre de la paciente

Carla levanta la vista, toma su bolsa y camina hacia la enfermera, quien amablemente la guía hacia la sala privada de su nueva ginecóloga obstetra, apenas llevaba dos semanas en la ciudad, y lo primero que había hecho era programar una cita con algún médico que le diera indicios sobre su embarazo.

- Buenas tardes - la saluda la doctora, una mujer joven, no más allá de los Trinta años, cabello castaño y tez morena - puedes tomar asiento

- Buenas tardes - la saluda Carla en un perfecto inglés y sentándose frente a la doctora en el escritorio

- Según tu informe médico aquí no dice que estás embarazada - dice la doctora leyendo el expediente de Carla - ¿quieres decirme por qué?

- Deje España antes de hacerme algún examen, solo me hice una prueba de embarazo casero hace dos meses y dio positivo - dice Carla sin dejar su postura perfecta y fría

- ¿Entonces este sería tu primer chequeo? - inquiere la doctora

- Sí - confiesa Carla

- Bien - la doctora la mira - si la prueba te lo hiciste hace dos meses, podremos hacer una ecografía normal ¿te parece bien?

- Si - responde monótona la rubia sin dejar de demostrar que por dentro estaba aterrada

Carla sigue las indicaciones de la doctora, se sube a la camilla y se sube el vestido mientras respondía preguntas de rutina, si había sentido cambios en su cuerpo, que tal era su alimentación, si bebía o fumaba alguna sustancia, a lo que Carla respondio que el mayor cambio que había notado eran las náuseas en las mañanas y a mediodía, sus pechos eran dos tallas más grandes y su vientre estaba algo abultado, que seguía comiendo y ejercitándose con normalidad y que no bebía ni fumaba.

El gel en el vientre de Carla se sintió helado, pero nada que ella no pudiera soportar o sorprenderla, Carla esperaba más preguntas, sin embargo, la doctora se quedó congelada ante la imagen del monitor, ella esperaba encontrar una pequeña masa en desarrollo, sin embargo, lo que veían sus ojos era un bebé casi formado al completo.

- ¿De cuentos meses crees que estás cariño? - pregunta la doctora mirando con asombro a Carla

- Dos meses, tal vez tres...

- Cariño mira la pantalla - pide la doctora a Carla - allí está tu bebé, sus manos, sus piernas, sus deditos, mira esa es su nariz...

Carla deja de escuchar a la doctora, ella tenía razón, en el monitor podía ver a un bebé completamente formado, completamente crecido, sin duda tenía más meses de embarazo de los que había imaginado, y sin saber por qué imágenes de noche buena junto a Samuel en el yate invadieron su mente, esa noche, algo había cambiado en ellos, pero nunca imagino que esa noche cambiaría tanto su presente y su futuro, dejó de recordar cuando escucho los frenéticos latidos del corazón de su bebé.

Realeza del siglo XXIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora