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* MARATÓN 2/5 *

New York - Estados Unidos

Sus respiraciones erráticas y sus risas eran lo único que se escuchaba en el invernadero, sus miradas relucían con diversión y lujuria de la misma manera en que cuando eran adolescentes y quedaban sin respiración después de un buen polvo.

- Joder - dice Samuel exhalando todo el aire contenido

- Si.... - Carla ríe y el corazón de Samuel golpea su pecho con fuerza al escuchar el tintineo de su risa

Carla se endereza sintiendo un leve mareo y las piernas tambaleantes, hacía mucho tiempo que no se sentía de esa manera, era como volver a estar viva a pesar del cansancio que sentiría a la mañana siguiente, se sentía en la cima del mundo, siente las manos de Samuel acariciar su espalda mientras ella sirve las ultimas copas de vino antes de que la botella quede vacía.

- Gracias - dice Samuel acomodando su cuerpo sobre sus abrigos para recibir la copa de vino y beber de ella

Carla observó a Samuel beber de su copa, analizando su cuerpo semi desnudo, ya que se había puesto los calzoncillos, al igual que ella se había cubierto con su camisa, los treinta estaban a la vuelta de la esquina y sin embargo, el cuerpo de Samuel no había hecho más que mejorar, sus brazos estaban más anchos, al igual que su espalda, y su abdomen era algo que le seguía quintando la respiración después de diez años.

- ¿Te gusta lo que miras? - pregunta Samuel sin una gota de vergüenza por su desnudez

- No te lo creas mucho - responde Carla golpeando el abdomen de Samuel con la punta de su pie derecho - estás bien, pero no es para tanto

Samuel bufa sin creerse ni una palabra, en el pasado esas palabras hubieran lastimado su ego, pero ahora lo hacían reír, pues recordaba a la perfección el humor de Carla y sabía que sus palabras no eran para más que disfrazar sus verdaderos deseos.

- Tú no estás nada mal - le asegura Samuel y Carla levanta las cejas

- Eso ya lo sabía, pero es bueno que te lo recuerden de vez en cuando - responde Carla con una sonrisa en los labios antes de beber de su copa

- Esto... es - Samuel deja la oración a medias después de beber su última gota de vino - pensé que cuando nos volviéramos a ver... cuando volviéramos a estar juntos...

- ¿Se sentiría extraño? - pregunta Carla dejando su copa vacía a un lado - ¿Qué seríamos dos extraños?

- Si... - asegura Samuel - es exactamente como pensé que me sentiría a tu lado... un completo extraño

- Tal vez solo estamos lo suficientemente ebrios para saber cómo nos sentimos de verdad - comenta Carla, dejándose caer al lado de Samuel sobre sus abrigos y las pequeñas almohadas

Samuel la observa recostada a su lado, con las mejillas sonrosadas, el cabello revuelto, semi desnuda únicamente con su camisa cubriendo su perfecta desnudez, su sonrisa ladeada, su mirada profunda llena de palabras no dichas y sus labios hinchados de los besos dados. Samuel se acerca a Carla, sintiendo como la mujer a su lado se acomoda mejor en su costado y acaricia su mejilla.

- Ambos sabemos que necesitamos más de una botella de vino para emborracharnos - susurra Samuel en los labios de Carla dejándola sin palabras

Carla se queda quieta bajo el cuerpo de Samuel sintiendo como él se acercaba y jugaba con sus narices, ella esperaba un beso, sin embargo, Samuel se recuesta a su lado y al igual que ella, sus miradas se encontraron sintiéndose plenos, y esta vez suspiraron de manera lenta.

Realeza del siglo XXIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora