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New York – Estados unidos.

Carla se adentra al departamento, se quita los zapatos y escucha la risa de Alicia llenar todos los huecos que se le habían formado en las horas de vuelo de regreso a casa, Carla deja las maletas y sus zapatos en el recibidor, camina descalza evadiendo el olor a comida que desprendía de la concina y sigue el camino de las risas de su hija, abre la puerta del dormitorio y se encuentra con Alicia riendo a carcajadas con un pequeño animal peludo entre sus piernas.

- ¿Así que ella es Lady? - pregunta Carla

Alicia salta en su lugar, levanta la cabeza y se encuentra con los ojos verdes de su madre y su resplandeciente sonrisa, se quita a Lady de las piernas y se lanza hacia su madre quien la recibe con los brazos abiertos.

- Te extrañe mucho - dice la niña levantando el rostro para sentir los labios de su madre depositar un tierno beso en su frente

- Y yo a ti - responde Carla - no tienes idea de cuento te extrañe

- ¡Cariño! - Chaira aparece detrás de ellas sonriéndole a ambas - ¡ya estás de vuelta! ¿por qué no dijiste nada? podríamos haber ido por ti al aeropuerto - besa las mejillas de Carla

- No me dio tiempo, solo quería volver rápido a casa - dice Carla antes de volver a besar la frente de su hija - te traje un regalo

- ¿Para mi colección? - pregunta la niña entusiasmada

- Por supuesto - Carla le sonríe

La pequeña perrita, empieza a aullar para llamar la atención de su joven ama, Alicia la toma entre sus brazos y se ríe al sentir las lamidas de su mascota en las mejillas, Carla intenta disimular su cara de asco, pero en cuento observa los ojos de animal empieza a entender por qué Alicia la había escogido.

- Ahora entiendo... cuando me dijiste que tenía los ojos como tú - dice Carla observando a su hija y a la perrita en sus brazos

- ¿Ves? - pregunta Alicia emocionada - heteronomía, como yo - dice feliz - un ojo verde y el otro marrón, igualita a mi

- Se porta mi bien - dice Chiara - Alicia se ha inscrito a clases de entrenamiento para adiestrarla - comenta dándole el favor a la niña - es una jovencita muy responsable

- Lo es - concuerda Carla sin dejar de sonreírle

- Ahora, quiero que las dos se laven las manos, la cena estará en quince minutos - demanda Chiara y sale de la habitación dándoles intimidad a madre e hija

Alicia le muestra a Carla los papeles de adopción de Lady, y sonríe al ver el nombre escrito "Lady Margarita de Caleruega" ese animal tendría más privilegios que cualquiera si fuera humano, lee que no es pura sangre, pues es mezcla de Husky siberiano y un Alaskan malamute, Carla estuvo a punto de pegar el grito en el cielo, esa pequeña perrita crecería de manera increíble, y daba gracias a quien fuera porque Rebeka no había llevado a su hija directamente por un lobo.

- Oh mami mira - dice Alicia cuando termina de lavar sus manos - tengo un diente suelto - abre la boca y le muestra como le bailaba el colmillo

- IUG - dice Carla de manera juguetona - ¿quieres que te lo saque?

- ¡NO! - exclama la niña - mejor que se caiga solo - dice saliendo rápidamente del baño

- Miedosa - dice Carla solo para molestarla

Ambas salen de la habitación de Alicia y caminan hacia el comedor principal en donde Chiara estaba sirviendo la cena, los macarrones olían riquísimos y sabían aún mejor, Carla le entrego su obsequio a Alicia, la cual lo recibió gustosa como si fuera el diamante más caro del mundo, tomó entre sus manos el imán de la bandera de chile y la posiciona en la nevera.

Realeza del siglo XXIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora