Capítulo 28

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Ela

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Ela

Hoy llegaré tarde al instituto, por lo menos faltare a la primera hora de idiomas. Cuando me di cuenta de que tenía clases era algo tarde, necesito una excusa hecha por mamá y adivinen ¿Quién no está?... Exacto, está trabajando. Me tocará rogar para que me dejen entrar.

... 

— Buenos días — miro su placa y alcanzo a leer su apellido — señor Davis.

— Buenos días señorita, me permito informarle que las clases ya empezaron hace un buen tiempo, no puedo dejarla pasar sin justificación.

— Como le explicó señor... Tengo un problemita con la justificación ya que mi madre está trabajando en estos momentos por ende no pudo hacerla; pero si desea puedo llamarla y ella le explicará.

— Creo que he sido claro al decirle que debe tener la justificación; pero por lo que me dijo está bien que llame a su madre.

— Gracias — La pregunta es ¿A quién llamo? mamá diría que me quedé dormida y esa excusa aquí no sirve; pero ya se me ocurre quien. Saco el móvil de mi bolsillo y llamó a la persona que me ayudara.

LLAMANDO...

— ¿Hola?

— Hola, mami, es que necesito que le expliques al portero del instituto porque llegué tarde. Si le dices me dejara entrar.

— ¿Está en altavoz?

— No señora.

— En las que me metes Ela, pásamelo ya sé qué decir.

— Dale mami, después nos vemos.

Le trato de pasar el móvil al señor; pero lo rechaza diciendo que debo ponerlo en altavoz.

— Mami ya estás en altavoz — digo advirtiendo.

— Buenos días señora.

— Oh, quítame el señora. Un buen día para a usted también — hace una pausa y continúa — mañana mismo Ela traerá la excusa de ayer por inasistencia y hoy por llegada tarde — sí que es buena haciendo voces.

— Está bien, no hay ningún problema. Que tenga buen día.

— Igualmente, cuídese.

La llamada se cuelga y el señor Davis me deja seguir con el compromiso de traer mañana las excusas (como si se fuera a acordar de mí), Mia enredó con tantas palabras que no le dijo por qué llegué tarde.

El señor Davis me pasó un papel que le debo entregar al educador, dice:

~ LLEGADA TARDE

CON JUSTIFICACIÓN ~

No me gusta llegar tarde, todos se dan cuanta que lo hiciste, primero debo decir permiso al entrar al salón y luego hablar con la maestra mientras todos te miran como si tuvieras un letrero grande que dice mírame y júzgame. Todos hemos llegado tarde aunque sea una vez y no hablo solo del instituto, pero considero que la peor es esta; no falta el chismoso que pregunte por qué la llegada tardía.

Ahora sí, ¡llegué al salón!, abro la puerta y digo un permiso, no muy alto, pero tampoco muy bajo; me dirijo a la maestra para entregar el papel.

— Buenos días, ¿Cómo esta? mire — le hago entrega del papel ese.

— Buenos días, tome asiento señorita Scott.

Ya vi a Mía, las únicas dos sillas vacías están en la parte trasera, una se encuentra en toda la esquina y la otra está detrás de Noah, me decido por esta última. Paso por un lado de Mia y le susurro un — "hola, gracias" —, continúo mi recorrido hasta llegar a la parte de atrás.

— Hola, — saluda Noah

— Hola, — digo y dejando un beso en su mejilla — ¿Cómo va todo? ¿Qué han visto?

— Bien, hasta el momento nada relevante, pero si quieres ¿te presto mis apuntes para que tengas concepto y base de lo que hemos hecho?

— Dale, gracias — acabo de notar que Logan está a nuestro lado y no con la mejor cara, me acerco a Noah y le susurro — ¿Qué le pasa a Logan que tiene esa cara?

— Lo mismo le pregunté, pero no respondió, supongo que problemas con Adams, digo... Mia; ¿Por qué llegaste tarde? — dice cambiando el tema.

— Antes de entrar supuse que habrían personas chismosas — digo haciendo comillas con los dedos — que me lo preguntarían y les inventaría alguna cosa estupenda, pero por ser tu te contaré la versión aburrida... Me quedé dormida — pongo cara chistosa después de decir eso.

— Guau, nunca pensé que fuera algo tan sorprendente — ambos reímos, no muy fuerte porque podemos ser regañados.

— Deberíamos poner atención — dice volteándose para quedar viendo al frente.

Mi mejor tormento ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora