Mis padres llegaron en la madrugada, lo supe por el sonido de la puerta.
Desperté más temprano de lo habitual y aproveché el tiempo para leer un poco, escribir algunas cosas y conocer más el edificio.
Descubrí una sala tipo spa, con un jacuzzi y un cuarto de vapor. El desayuno con los padres de Logan fue a las once de la mañana, llegué media hora antes a la habitación para ver a mis padres y luego ir a el lugar donde comeremos.
Era una pequeña cafetería, que hacía el lugar algo acogedor y el aroma del café impregnando mis fosas nasales me llamaba desde la puerta principal. El lugar parecía sacado de una película, sillas frente a una barra, sillas acolchadas y cubiertas de cuero sintético con sus respectivas mesas.
Sin duda volvería a este lugar tan acogedor; no tuvimos que esperar mucho tiempo a los padres de Logan.
— Buenos días, ¿Cómo amanecieron? — saludo Olivia.
— Hola, muy bien y ¿ustedes? — contesté después de darle un abrazo a ella y luego, darle otro abrazo a Max.
— Excelente, está haciendo un lindo día — contestó Max antes de saludar a mis padres y sentarse en la mesa junto a su esposa, son muy lindos como pareja.
— ¿Cómo te fue en el viaje? — preguntó Olivia.
— Bien, no se me hizo muy largo. Logan me acompañó a tomar el vuelo en el aeropuerto como acordaron.
— Algo me comentó — dijo Max.
— Hija, ayer no hablamos mucho; pero quiero que sepas que estoy muy feliz de que estés aquí con nosotros, no sabes cuánto significa volverte a verte después de estos meses, verte tras la pantalla no es lo mismo que tenerte en persona — hablo mi madre y me pare para darle un pequeño abrazo por la espalda.
— Gracias mamá, yo también te extrañe mucho, a los dos — y di otro abrazo a mi padre.
— ¿Cómo van las clases? — preguntó Max tomando del vaso de agua que le ofrecieron.
— Bien, he perdido algunas clases por lo del viaje, pero de resto todo ha ido de maravilla, ¿Cómo va el trabajo?
— No sé si tus padres te han dicho; pero vamos algo adelantados, así que podríamos estar en casa antes de lo estipulado.
— Mmm sí, algo me dijeron.
— ¿Puedo tomar la orden? — preguntó la camarera al llegar a la mesa.
— Sí, dame unos waffles y una taza de café por favor.
— Yo quiero el menú del día — hablo mi padre.
— Qué sean dos — dijo mi madre.
— ¿Y ustedes?
— Menú del día — contestó Max.
— Una taza de café y crepas — pidió Olivia.
— Bien, dos tazas de café, tres menús del día, unas crepas y unos waffles.
— Correcto.
— Bien — fue lo último que dijo mientras se alejaba de la mesa.
— ¿Logan? — preguntó Olivia.
— Bien, nada de problemas.
— Sabía que con el tiempo iban a dejar las diferencias.
— No creas, a veces me dan ganas de dejarlo encerrado en la habitación — ellos ríen.
— Ni me recuerdes, cuando era más pequeño era tan intenso, no podía estar quieto y hacer una sola cosa, le enseñe a cocinar y empezamos a hacer algunas recetas, con eso dejo la intensidad.
— Le enseño muy bien, la comida le queda de maravilla.
— ¿Sabes si tiene novia?, tiendo a pensar que le gustan los hombres, por esa relación tan rara que tiene con su amigo Nathan — hablo Max, nunca llegue a imaginar que era de las personas que se oponía a las relaciones entre personas del mismo sexo.
— ¿Noah? — preguntó Olivia.
— Eso, lo mismo.
— Pues el hecho de que sean muy amigos no los hace pareja o algo así — defendí, no creía que podía llegar a ser tan cerrado y si así fuera ¿Qué?, todas las personas tenemos derecho a sentir amor y ser felices sin importar con quién sea.
— Perdona lo que te voy a decir; pero tú no sabes nada, el hecho de que estén compartiendo vivienda no significa que sepas algo de mi hijo — no quería que se enteraran de lo nuestro por una discusión, simplemente lo solté.
— A lo mejor si lo sé porque Logan y yo tenemos una relación y no te hablo de una amistad — me pare de la mesa y me fui en busca de la salida.
Respeto los puntos de vista de las personas y en estos temas es difícil hacer cambiar de parecer a alguien, no estaba de acuerdo con la forma en que me trató, lo aprecio pero no era el momento ni el lugar para hablar de eso, y ¿si Logan fuera homosexual?, Su padre tendría que aceptarlo y aprender a vivir con ello.
Sentí hambre y como no, horas antes no había comido nada «hubiera esperado el café» pensé en lo que seguía caminando por la ciudad, ni sabía dónde estaba.
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Mi mejor tormento ©
Teen FictionMia Adams es una chica de 17 años que cruza su último año en el instituto, su vida pasa a estar fuera de la rutina cuando por negocios sus padres se van de viaje y la dejan con el poco interesante de Logan Morgan. Logan Morgan es el hijo de los mej...