Capítulo 57

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Subir las escaleras fue un poco difícil porque todo me daba vueltas, Logan ayudó un poco para que yo lograra subir y quedarme en mi habitación, no sabía qué horas eran, lo que sí sabía era que necesitaba acostarme

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Subir las escaleras fue un poco difícil porque todo me daba vueltas, Logan ayudó un poco para que yo lograra subir y quedarme en mi habitación, no sabía qué horas eran, lo que sí sabía era que necesitaba acostarme.

— ¿Te cambiarás la ropa o dormirás así?

— Ayúdame a cambiarme — digo como puedo, parezco más drogada que ebria, mis párpados están ligeramente cerrados y cada vez exigen más ser cerrados.

Logan me hace sentar en la cama y me quita la blusa por encima de los hombros, la reemplaza por una vestido de pijama, es más fácil así, me levanto un poco para que él pueda sacarme los pantalones. Cuando termina, me vuelvo a acomodar en mi cama y él corre la sábana para acostarme y cubrirme con la misma.

— Quédate en lo que me duermo — pido y él accede, se recuesta a mi lado y yo pongo mi cabeza en su hombro.

— ¿Necesitas algo más?

— No vuelvo a jugar estos juegos de niños, no vuelvo a tomar en mi vida — ya empecé a decir incoherencias.

— Eso dicen todas las personas embriagadas, mañana te sentirás mejor.

— Maldito juego.

— Trata de dormir.

— ¿No piensas preguntarme cosas?, las personas ebrias siempre dicen la verdad.

— No sé si eres más parlanchina ebria o cuerda; no te haré preguntas de nada, eso sería aprovecharme de tu estado; además, no venías diciendo que querías dormir.

— Sabes algo, tienes razón, debería dormir, pero primero quiero decirte algo secreto.

— Duérmete.

— Casi me pegas... no es ni mala idea, acepto que me pegues siempre y cuando solo sea en el sexo y me pegues pero en culo.

» No debería aceptar que me pegaras, eso está muy mal porque las mujeres no le deben pegar a los hombres y estos a ellas tampoco. Muy pocas personas en su sano juicio quieren ser golpeadas — que mierda digo, Logan empieza a acariciarme la cabeza y eso me recuerda que yo tenía ganas de dormir, poco a poco mis ojos vuelven a intentar cerrarse hasta que lo logran y ya no recuerdo más, solo silencio.

Logan

— Descansa — digo en un susurro y salgo de su cama, cierro la puerta detrás de mí y bajó las escaleras para ir por algo de comer a la cocina.

Noah y Ela se quedaron en la planta baja en lo que yo subía a Mia, nosotros no teníamos tanto alcohol en el organismo como lo tenía Mia, contando con el líquido de la botella ella prácticamente se tomó la mitad ella sola y la otra mitad la tomamos entre Ela, Noah y yo; no estábamos tan afectados.

Entre unos minutos al baño antes de seguir a la cocina, no me fijé en quién estaba en la sala de estar; cuando termine de mear continué mi recorrido a la cocina y antes de poder entrar me detuve ante la imagen de Ela y Noah.

— ¿Qué mierda? — pregunté sorprendido, Noah levantó la mirada y Ela se levantó automáticamente sacándose el pene de Noah de la boca.

Me volteé para darles algo de privacidad en lo que reacomodaron sus prendas y Noah se lo metía en el pantalón nuevamente.

— Lo siento yo... — hablo Ela tratando de aclarar todo.

— Saben que ella pudo bajar y verlos así — hablé en voz baja, lo que menos quería era que se diera cuenta de lo de ellos de esta manera.

— Ya puedes voltearte — habló por primera vez Noah, voltee y Ela ya se encontraba a un lado de Noah.

— Primero no es el lugar ni el momento y ¿si se hubiera dado cuenta de lo suyo así?, No creo que te lo haya perdonado y tú no estarías vivo.

— Creo que exageras, no ha pasado nada y te lo juro que no sucederá otra vez — respondió Noah.

— Hubieran entrado al baño o incluso mi habitación, no hay problema con que hagan algo porque yo sé que es eso; pero no se expongan tanto.

— Ya está claro, lo entendemos y no vuelve a pasar — dice Ela, noto que está incómoda y me da cosa con ella porque la mayor parte de las cosas que he dicho van para Noah y él lo sabe,

— Eso espero.

— ¿Estamos bien? — pregunta Noah.

— Estamos bien, solo espero que dejen de ocultarle lo que sea que tienen a Mia.

— Pronto.

— Son sus cosas; pero no quiero que se entere por terceros.

— Y no lo hará, solo tú lo sabes — hablo Ela.

— Nena, puedes dejarnos solos un momento.

— Me iré a dormir ya, descansa — le plantó un beso en los labios y se despidió de mí diciendo un "que descanses" para luego salir de la cocina.

— Ves lo que acabas de hacer.

— Yo no he hecho nada y lo siento si se les arruinó el polvo; pero no es mi culpa que quiera bajar a comer algo y los encuentre a ustedes dos semidesnudos y ella arrodillada dándote un oral.

— Díselo a todo el mundo, con que lo hayas dicho una vez bastaba; estaba apenada y lo sabes, ahora tendré que ir a arreglar lo que hiciste.

— Te lo repito que yo no he hecho nada y no quiero discutir contigo por esta mierda.

— Pronto Ela se lo dirá, dale tiempo. Cada uno carga con sus mierdas y esa chica sí que tiene

— ¿De qué hablas?

— Nada que no tenga solución, por favor no le digas nada a Mia y deja que Ela y yo pronto solucionaremos todo.

— No diré nada.

— Gracias, mañana hablaré con ella por ahora iré a dormir.

— Descansa.

— Trataré, en serio eres muy oportuno; estaba apunto — solté una risa.

— Qué desgracia — digo y vuelvo a reír.

— No es gracioso Morgan, sabes lo que es eso.

— Primero no me digas Morgan, segundo claro que lo sé, solo me da risa de lo desafortunado que eres.

— Solo no te acerques mucho a mí cuando estés durmiendo; no queréis despertar a la bestia.

— Me gustaría sentirla — digo y lo miró con una ceja alzada y me muerdo el labio, ambos reímos.

— A veces das miedo.

— No deberías, te estoy coqueteando.

— Por lo mismo, es hora de dormir — sale de la cocina y dice — descansa mi cielo.

— Y yo soy él que da miedo, descansa.

Sacó algo de comida de la nevera y preparó algo para comer, cuando terminó de preparar un sándwich enciendo la tele para ver algo en lo que me da sueño y me como el sándwich.

Mi mejor tormento ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora