Extra 02

70 4 0
                                    

— ¡Logan! — llame su atención cuando de repente se perdió viendo algo.

— Perdona, es que en breve tengo una reunión importante — hablo alejando su vista de lo que supongo era un documento.

— ¿Estás muy ocupado? — trate de aguantar ansias y nervios.

— Depende — soltó pícaro.

— Oh, no. — solté rápido al casi que suponer lo que pensaba — Es sábado y tú estás trabajando.

— Eres afortunada de no trabajar los fines de semana.

— Lo sé — seguía creyendo en cómo decirle la información que debía darle — Esto, yo solo quería informarte de algo.

— Te escucho.

— Es qué, recuerdas hace unas semanas — trate de hacerlo caer en cuenta de algo que había pasado cuando fui a visitarlo, el solo estaba ahí con su ceño medio fruncido tratando de analizar todo — El puto condón — solté porque ya me estaba estresando de ver qué no cogía nada.

— ¡Mierda, ya! — gritó al casi entender todo — ¿Tú?

— Se supone que hace como cinco días debía llegarme y ya vez que me ha dejado esperando, solo es sospecha. Para descartar France ha ido por un test.

— ¿Te sientes bien?

— Sí, en lo absoluto y ¿Tú?

— Es que me has tomado por sorpresa, no me quiero apresurar a nada.

— Está bien, yo solo quería avisarte.

— ¿Podré ver el resultado?

— ¿La reunión?

— Nada, es más importante saber sí seremos padres.

— Pensé que te ibas a alterar.

— Fue un accidente, por tanto, no tenemos la culpa de mucho.

— Hubieras sido más gentil — me gustaba que la situación en algunos aspectos nos divirtiera, relaja la tensión.

Para ponerlos en contexto, hace no muchas semanas fui a visitar a Logan y como nunca perdemos el tiempo, je, je, nosotros tuvimos relaciones sexuales.

Lo voy a contar con lujo y detalle (lo que puedo).

— Cuánto tiempo — dijo él y yo rodeé los ojos mientras abría el pequeño sobre cuadrado, todo iba bien hasta ahí, el condón en buen estado. Se lo puse con cuidado y aproveché para apretarle un poco el miembro.

No quiero decir que el terror empezó, porque todo fue muy bueno, el caso va en que él me penetró y no contentos con ese placer obtenido, decidimos ir a por más, ahí fallamos. Logan comenzó a mover sus caderas mucho más rápido y profundo: ninguno se dio cuenta hasta que Logan logro el orgasmo, sentí algo caliente dentro de mí y todo fue como obra de teatro, yo lo mire igual de asustada a como él me miró, no hizo falta hablar, con la mirada lo dijimos todo, fue algo como: «¿Logan?» «Sí» «Ay, mierda» «Mil mierdas». Una caliente no razona y yo estaba en ese trance en lo que él salió de mi interior con el preservativo roto y chorreando algo de nuestros fluidos. Seguía pensando que era mentira, incluso me pase la mano para comprobar yo misma la situación, en mi mano quedaron algunos restos del semen que bajaba entre mis piernas.

— Primera y última vez que me haces caso — le dije en tono de advertencia, ambos estábamos a punto de reír, pero más que todo por los nervios. Logan se sacó las ruinas del condón y lo extendió un poco, para ver si era cierto — Lo bueno es que tomó las pastillas.

— Sí — asintió, trataba de convencerse. En resumidas cuentas eso fue lo que pasó.

— Traje dos por si acaso — aviso France entrando por la puerta de la habitación, recordé cuando recién llegada compartía una habitación del campus.

Mi mejor tormento ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora