Capítulo 04

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Eran las once y media del domingo, la verdad es que los domingos son mis días para no hacer nada, algo que me gusta porque no tengo preocupación alguna

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Eran las once y media del domingo, la verdad es que los domingos son mis días para no hacer nada, algo que me gusta porque no tengo preocupación alguna.

Ela

—  Hola.
✓✓

—  Hello.
—  ¿Cómo amaneciste?

— Respirando y ¿tú?
✓✓

—  Qué coincidencia, yo
también amanecí respirando
y con los ojos abiertos.

—  ¿Cómo va todo con Logan?
—  (~ ̄³ ̄)~

—  Creo que bien, pero sabes algo
✓✓

—  Esta madrugada pase un
pequeño trauma; se estaba
pajeando y entre a la habitación
justo en ese momento.
✓✓

—  Te cuento algo más pero no
te vayas a reír de mí.
✓✓

— No lo haré, bueno si es
muy gracioso sí.

—  Le pregunté que qué hacía
- (●'⌓'●)
✓✓


— JA, JA, JA.

— Que acaso no era obvio.
— Muero de risa.

— No quiero bajar, me
siento avergonzada.
✓✓

— Sabes algo, pues a fin
de cuentas no es culpa tuya
ser tan inocente; así que
solo mueve tu culo a la
cocina, come algo, después
iré a tu casa y hablaremos
de eso y si alguien se debe
sentir avergonzado es él.

— Pero, ¿No sentiste nada?

— Claro que no.
✓✓

— Solo una pregunta más.

— Dime
✓✓

— ¿Es corta?

— No voy a responder a eso.
✓✓

— Mia, solo responde.

— Mia no está, Mia se fue.
✓✓

— Sé que sigues ahí.
✓✓
— No me dejes en visto.
✓✓
— Bueno, adiós...

______________________________

Baje las escaleras deseando que Morgan no estuviera despierto y al parecer no lo está, cuando entre en la cocina vi una pequeña notita amarilla pegada al refri.

Estoy trotando, vuelvo
a las doce.

Tome un tazón de la alacena y lo llene con leche y cereal, ese sería mi desayuno, me dirijo a la sala de estar para ver mi serie favorita en lo que me terminaba el tazón de cereal. Se me pasó el tiempo. Ya había comido el cereal, había decidido comer algo más, así que hice unos sándwiches de queso y jamón; al tiempo cuando volvía a la sala de estar con los sándwiches iba entrando por la puerta delantera Logan, se veía bien con su ropa deportiva y esa gorra le quedaba de maravilla, físicamente es lindo, pero su forma de ser no me termina de convencer.

— Hola — dijo cerrando la puerta mientras yo tomaba asiento en el sofá.

— Jum... hola — respondí mientras daba un mordisco al sándwich.

— Te iba a enviar un mensaje; pero recordé que no tenía tu número, ¿Me das uno? — dice señalando uno de los sándwiches que hice. Que le sucede a Logan, está raro y me pone algo nerviosa.

— Es- Está bi-bi-bien — ya empecé a tartamudear, tragarme tierra y mándame a UK.

— ¿Por qué tar-ta-tamudeas? — me imitó para después soltar una carcajada — quiero hablar de lo que sucedió esta madrugada.

— Lo-Lo siento mu- mucho — digo y siento un ardor en mis mejillas, estoy sonrojada; ¿Qué me pasa?

— ¿Qué alcanzaste a ver?, no te disculpes, me puse más cuando me di cuenta de que estabas ahí.

— No vi tu minúscula pija — lo señalé. — Deja de decirme esas cosas, es tu intimidad; la verdad cero interés en sí te pone que te miren o no — a la mierda se fue el nerviosismo, ahora estaba enojada, ¿Cómo se atreve a decirme que le puso saber que lo vi?

— Ya me queda claro que no la viste porque donde lo hubieras hecho no la llamarías minúscula. Acaso a ti no te pone nada, ¿Nada te produce deseo o morbo? — con solo hablar de esto, ya estoy más roja que un tomate, mis emociones se revuelven entre enojo y pena, yo sé algunas cosas sobre el sexo y onanismo, pero nunca hablaría de eso con él.

— No hablaré de esto contigo.

— ¿Eres virgen?

— Ya te dije que no voy a hablar de eso contigo.

— Claro que lo eres, sin embargo, sabes algo — hace una pausa y continúa — me pone más saber eso.

— Cállate, mejor me voy.

— Mantienes muy tensa, de razón.

— Morgan, maldito imbécil. Cállate.

— Dime Adams, ¿No te gustaría que yo te hiciera algo? — lo interrumpo antes de que siga hablando.

— No quiero ni que me masturbes, me jodas o que tengamos un polvo, si quisiera te lo diría — ¿Qué mierda acaba de decirle?

— Hablaba de algo de comer para el almuerzo, qué corrompida eres.

Salgo hecho humo de la sala de estar y entro en mi habitación, porque hace las cosas tan difíciles.

Hormonal Mia.

Mi mejor tormento ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora