Capítulo 55

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Ela y Noah llegaron en la tarde, Ela traía un pequeño pastel de chocolate o algo así

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Ela y Noah llegaron en la tarde, Ela traía un pequeño pastel de chocolate o algo así. Estuvimos en la sala de estar viendo películas los cuatro, a pesar de todo fue un buen cumpleaños.

— ¿Te puedes quedar a dormir? — le pregunté a Ela cuando estábamos en la cocina buscando algo para preparar.

— Sí, eso creo.

— Me alegro de que hayas venido, hace mucho no pasamos tiempo juntas, ayer fue poco lo que hablamos.

— No es que quiera hacerte el feo, solo quería preguntar si ¿estás ebria? — me miró expectante

— No lo estoy, me estás ofendiendo.

— Lo siento solo sonó muy emocional, también me gusta que podamos estar juntas, sabes que mi madre no sé hace mucho a la idea de dejar la casa sola.

— No me lo recuerdes, trato de entenderla; pero debería darse cuenta que dejarte sola no es la solución; a veces pienso que debería conseguir un novio o algo así.

— ¿Mi madre con novio?, esas cosas se ven solo por televisión.

— Quizás eso resuelva el uno por ciento de sus problemas.

— Dile eso para que no te vuelva a invitar a casa.

— Sabes que todo lo que digo es broma.

— A veces las bromas camuflan verdades.

— Eso sí es cierto.

— ¿Qué hacen? — pregunta Logan entrando a la cocina con Noah.

— Nada y ustedes, ¿Qué hacían?

— Hablar.

— Interesante.

— Iremos al super, ¿necesitan algo o quieren algo? — pregunta Noah.

— Pueden traer una pizza o algo así, les doy el dinero cuando la traigan.

— ¿Congelada o de camino?

— Congelada o como quieran.

— Bien y ¿tú? ¿Quieres algo? — preguntó Noah refiriéndose a Ela.

— Estoy bien.

— Bueno, ya volvemos — dijo Logan y plantó un beso en mi frente, ambos salieron de casa, supongo que irían en el carro de Noah o no sé.

— ¿Qué fue eso?

— ¿Qué cosa?

— Logan y tú.

— Le pedí ser novios, hoy en la mañana... Somos oficialmente una pareja.

— Pues eso era lo único que les faltaba, confirmarlo/ hacerlo oficial.

— Es muy dedicado y por ratos pienso en no ser suficiente para él.

— Claro que no, tu también eres maravillosa y apenas están empezando, poco a poco perderás esa desconfianza e inseguridad en ti misma.

— Eres muy amable diciéndome esas cosas, te quiero demasiado.

— Yo también te quiero, ahora los detalles.

— ¿De qué?

— Logan y tú, ¿Por qué se lo pediste? ¿Qué te dijo? ¿Cómo fue todo?

—, ¡Ah!, esto va a hacer algo que me va a marcar para toda la vida y no bromeó. En la mañana me llevo un desayuno sorpresa de cumpleaños, hecho con sus propias manos; después de hablar se fue a bañar, fui a buscarlo, yo estaba llorando, me senté en el suelo y él salió de la ducha y me preguntó si estaba bien; descubrí que me había bajado y ya sabes... fue amable diciendo que me traería ropa y se lo dije después de que hablara, me dijo que sí y luego me llevo ropa al baño para yo cambiar la que traía, después de todo lo que pasó no le dio asco o alguna cosa así, no se escandalizó por ver qué tenía sangre en mi pantalón no hizo nada así, solo me ayudó y terminamos otra vez recostados en la cama mientras él leía.

— Después de todo no es el imbécil Morgan.

— Lo de imbécil va con cariño, gracias por ayudar a Logan con mi regalo.

— No fue nada, él estaba preocupado por no saber exactamente qué darte.

— Hoy ha sido uno de mis mejores días, por unas cosas.

— ¿Ya hiciste maleta?

— No, y me alegro de que estés aquí porque puedes ayudarme con eso.

— En lo que llegan los chicos, puedo ayudarte.

— Vamos — la invité a seguirme en lo que salíamos de la cocina.

Mi mejor tormento ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora