Capítulo 35

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Logan

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Logan

Las clases habían finalizado, transcurrió con normalidad, no pasó nada relevante la verdad, ya estaba esperando en el auto a qué Mia saliera. No tardó más de diez minutos, estaba con dos de sus amigos, los había visto el día en la piscina, los tres estaban riendo. Se despidieron y cada uno se fue por su lado.

— Hola — saludo antes de entrar al auto.

— ¿Qué tal las clases?

— Normales como siempre — colocó su bolso en la parte de atrás y seguido a eso abrochó el cinturón de seguridad — Está haciendo calor — habló después de abrir la ventana a tope, después de dichas acciones empecé a conducir.

— Después de dejarte en casa saldré con Noah, estaré en casa faltando un cuarto para las cuatro.

Mia puso su mano en mi muslo y la subió un poco — Estaba pensando en que podríamos ducharnos juntos, ya que está haciendo un calor de mil demonios; pero si no puedes lo entenderé — no quiero pensar que me manipula a su antojo.

— No lo sé — traté de no despegar mi vista del camino, su mano seguía en mi muslo y la movía de a poco, arriba y abajo, tan solo esa caricia era tentadora — Esperar a ver qué pasa.

— No te vi en el almuerzo.

— Estaba en la biblioteca, tenía que hacer un pequeño trabajo.

— ¿Me hablas en serio? ¿Tú en la biblioteca? — le parecía increíble el hecho de que fuera a una.

— Si, solo era por un trabajo.

— Increíble.

— Hay cosas interesantes allí.

— ¿Cómo qué?

— Hay libros sexuales, los vi con mis ojos.

— No son libros sexuales y ni modo que los hayas visto con las orejas.

— ¿Cómo sabes que no lo son? — modo curioso activado.

— Déjame decirte que llevo más tiempo yendo a esa biblioteca que tú, son puros libros viejos de historia, biología, religión entre otros, lo que viste son libros de biología sobre anatomía y esas cosas, no tienen nada de sexo explícito, si quieres leer un libro de esos solo dime y te lo paso, tengo algunos en PDF y también en físico.

— Ya todo tiene sentido, tú lees cosas como cincuenta sombras, pecadora.

Cincuenta sombras, no es casi nada comparado y déjame aclararte que no soy pecadora por leer ya que yo no me masturbo leyendo ese tipo de escenas.

— Me dieron ganas de leer.

— ¿De qué clase lo quieres?

— ¿Qué tienes? — parecía ofreciéndome algo ilegal.

— Gran parte tienen romance y esa cosas, están los que tienen BDSM, sumisión, experimentando, primeras veces, no me acuerdo muy bien de cuáles hay.

— ¿Qué es BDSM?

— Googlealo.

— Leeré el que tú me recomiendes.

— Te pasaré un PDF, no me gusta que toquen mis libros.

— Bueno — solo faltaban unas calles para llegar.

— ¿Qué harás con Noah?

— Pasar el rato.

— Si somos pendejos, todo este tiempo se pudo haber prendido el aire acondicionado del carro.

— Inserta el emoji golpeando su cara.

— Llegamos — dijo entusiasmada.

Estacioné el auto fuera de casa, ella tenía el bolso de los dos, sacó las llaves para pasarlas, yo abrí la puerta y tome los dos bolsos, igual debía subir por unas cosas. Mia se quedó en la planta baja tomando agua. Deje su bolso en la cama.

Fuí a "mí habitación", saque los cuadernos y los puse en dos partes en cuáles tenía tareas y cuáles no, organice las cosas que estaban desordenadas. Saqué algo de dinero y lo metí en el bolso. Después de todo, si necesitaba una ducha, tome un conjunto de ropa, mi toalla y unos bóxer limpios, me quite la ropa que tenía y puse la toalla alrededor de mi cintura.

Fui a la habitación de Mia y abrí la puerta, estaba solo en ropa interior, Dios aleja los pensamientos impuros de mí.

Mi mejor tormento ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora