Capítulo 15

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Ela

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Ela

No me di cuenta cuando Mia se fue de la sala de estar. Lo que si note era que no estaba sola, había ido con Dylan, no quería que cometiera un error, era muy obvio que estaba algo tomada, justo cuando iba subiendo las escaleras bajaba Dylan.

— Mia te necesita — aviso con un tono algo cortante.

— ¿Qué tiene?— ya me había preocupado.

— La cagué, es mejor que ella te explique, creo que debo irme.

— Si es algo muy malo me las pagarás Thompson — amenace, termine de subir la escalera, fui a su habitación, primero toque, pero no recibí respuesta, por lo mismo le dije quien era y me dejó entrar, cerré la puerta con pestillo en lo que ella volvía a la cama.

— Hola, ¿Qué te pasó? ¿Por qué estás así? — me dolía verla así, tenía sus ojos hinchados y la mirada apagada.

— Soy una estúpida, la cagué con toda — hablo como pudo entre sollozos, me miro por un momento con lágrimas resbalando por sus mejillas, tenía algunas partes de su rostro de un color rojizo.

— Claro que no eres estúpida, eres una de las personas más especiales que conozco, ¿Qué hizo Dylan?

— Él no hizo nada Ela, yo lo he entendido todo mal desde el principio, llevamos casi un mes de volvernos a hablar, solo hasta ahora me dice que me quiere solo como una amiga. — Pauso para sonarse la nariz, y continuar — creo que me casaré con la zona de amigos.

— Pues no te vas a casar con la zona de amigos, así que ¿Mia Adams me acepta para ser su futura esposa?— sonrió ante tal pregunta, por lo menos ya había parado de llorar.

— Bueno, tengo que mirar qué puntos a favor tengo al casarme contigo, y cuáles al casarme con zona de amigos, — se hizo la que pensaba y continuó — pienso que es mejor casarme contigo, así que aceptó, — ambas reímos.

— ¿Sí, quieres me quedo? — ofrecí porque sabía que aún seguía dolida.

— No, es mejor que vayas a casa, gracias por todo, si quieres ¿Le digo a Logan para que te lleve?

— No, me voy con los chicos, supongo que ya es momento para que todos nos vayamos.

— Gracias — antes de despedirme nos dimos un abrazo, además limpié las lágrimas que tenía. Baje las escaleras, les dije a los chicos que ya era hora de irnos, y mientras prendían el carro hablé con Logan, por lo menos si no estaba yo para cuidarla, él le pondría cuidado.

— Logan solo no la molestes ni la hagas sentir peor de lo que está, ya me voy porque no quiso que me quedara.

— Está bien —, se despidió y salí de la casa.

Logan

Pasaron como dos horas desde que se fueron los amigos de Mia, había decidido recoger el desorden que dejaron, aún no iba a hablar con ella, no quería que mi presencia la molestara y le quise dar más tiempo; aproveche y fui al super a comprarle algo de comida, quizás comer lo que le gusta le ayude en algo. La pequeña tienda no quedaba muy lejos de casa, caminé hasta allí; volví a casa con los dulces y demás cosas que compre para ver si se ponía mejor, le organice todo en una mesa de desayuno y también llevaba una bolsa que tenía más comida, subí las escaleras y toque la puerta de su habitación, espere un momento, pero no contestaba.

— Mia soy yo, ¿Puedes abrir?.

— Quiero estar sola.

— Abre la puerta, te traje algo para que te sientas bien — espere un momento en lo que supongo ella decidía.

— Te abriré solo sí, ¿Prometes no hacer burlas ni nada por el estilo?— asentí con la cabeza como si me viera a través de la puerta, cuando me di cuenta de eso respondí con palabras.

— De acuerdo. — Sin más abrió la puerta. Tenía la nariz y las mejillas rojas, sus ojos estaban un poco hinchados, supongo que de llorar; hasta ahora no sabía el porqué se sentía mal, — te traje todo lo que te gusta para que ya no te sientas mal — trataba de sonar lo más amable posible, tengo que admitir que el verla así me hizo sentir algo, no reconocí al instante la emoción, pero fue algo como una punzada — ¿Puedo pasar?

— Entra — se dirigió a su cama donde se sentó en el borde de ella — estoy en un estado de shock por muchos motivos y este es uno de ellos — señaló la mesita de desayuno. Tome la bolsa y se la entregué para que ella terminará de sacar lo que había dentro.

Mi mejor tormento ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora