¡ES HOY! ¡ES HOY!
Estos últimos dos días me tuvieron con demasiada intriga y a pesar de que dudaba de las capacidades de Mark y Jean, creo que harán algo grandioso por qué solo hablaban de eso dándome pistas de que podría ser, sabía que era un día de campo pero con ellos no era un simple día de campo.
Aunque hoy no era mi cumpleaños sentía como si lo fuera, hoy sería un buen día. Me desperté alegre, salí a correr y aproveché para comprar algunas cosas en el súper; eso hice en la mañana.
Después del almuerzo llegaron Mark y Jean, el picnic lo harían en el patio, les di su espacio ya era una "sorpresa", mientras ellos hacían eso en el patio estuve en mi habitación leyendo.
Logan no se escuchó después del almuerzo así que fui a su habitación, además ya me había cansado de leer. Abrí la puerta y él estaba sentado en la cama con el portátil.
— Hola, idiota — estaba emocionada y algo atontada, no sé por qué lo llame así.
— ¿Qué haces aquí?
— Sabes, desde que estás "viviendo" aquí nunca había entrado a esta habitación — me senté en la cama— nunca me has invitado.
— Es tu casa, puedes entrar cuando quieras. Solo avisa de que vas a entrar, no vaya a ser que veas algo que no quieres ver.
— Pero es tu espacio, además ya he visto la mejor parte de tu cuerpo.
— ¿Se puede saber qué es eso?
— ¿Qué haces?
— Trabajos, créelo o no, soy una de las personas más juiciosas del mundo.
— Lo voy a poner en duda.
— ¿Tú qué hacías?
— Leer; pero ya me aburrí, por eso vine aquí.
— A molestar mi existencia.
— No, a ver si podíamos hacer alguna cosa, los chicos están en el patio organizando mi "picnic sorpresa de cumpleaños", así le llaman ellos.
— Y ¿Qué quieres hacer? — hablo dejando a un lado el portátil.
— ¿Podemos darnos besitos?
— Tu diciendo "besitos", que tierna.
— ¿Ya te duchaste?
— Obvio, yo si me baño.
— Porque no te vistes, tú también estás invitado al día de campo.
— No estoy desnudo o algo así.
— Muy gracioso, solo te digo que te pongas guapo, ponte una camiseta o algo.
— ¿Ya?
— Es lo ideal.
— No tengo nada debajo del pantalón — informó él.
— ¿Ah?
— Podrías voltear o irte en lo que busco algo para ponerme.
— Bien, ahora se te da por ser penoso. Ya te he visto desnudo — digo volteando para darle la espalda al armario.
— No tiene nada que ver con eso.
— Mañana llegan los tiquetes, me voy el miércoles y vuelvo el lunes en la noche.
— ¿Y eso está bien?
— Supongo, espero que sí la pueda pasar bien.
— Si no te sientes bien me escribes.
— Gracias.
— ¿Puedes sacar una cadenita que está en la caja al frente tuyo?
— Claro, — tome la caja y saque dicha cadena, era linda.
— Toma — se la extendí aún dándole la espalda.
— Nena, ya puedes voltearte — aviso e hice lo que me pidió.
— Es un día de campo no un desfile de modas.
— Si eso significa que me veo bien entonces, gracias.
— Te ves más que bien — volví a analizarlo de pies a cabeza, aún no tenía los zapatos puestos; pero se veía realmente bien.
— No me mires así, pervertida.
— Ya te folle mentalmente como diez veces.
— ¿Puedes ponerme la cadenita?
— No es problema — Se agachó enfrente de mí y se la puse sin problema alguno, me agradeció con un beso en la mejilla y se paró para buscar los zapatos.
— ¿Ela vendrá hoy?
— Si, Logan — llame su atención — Dylan vendrá, no quiero que tengan problemas.
— Nena, ya los hay.
— Te hablo en serio, cero discusiones, cero golpes, cero todo.
— ¿Lo invitaste?
— Él también forma parte de mi grupo de amigos, es uno de ellos y no lo puedo excluir por ti.
— Bien, lo intentaré — saco unos tenis, se sentó a mi lado y se los puso.
— ¿Ahora si me das besitos?
— ¿Quieres que se me ponga dura?
— Solo un poquito.
— No tienes remedio.
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Mi mejor tormento ©
Teen FictionMia Adams es una chica de 17 años que cruza su último año en el instituto, su vida pasa a estar fuera de la rutina cuando por negocios sus padres se van de viaje y la dejan con el poco interesante de Logan Morgan. Logan Morgan es el hijo de los mej...