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El invierno iba apareciendo poco a poco, no era la época más apreciada de algunos pero en estos momentos la agradecían infinitamente. Los infectados al estancarse en la nieve la evitaban y eso preocupaba a ciertas personas.

Se supone que los infectados hacían las cosas inconscientemente ya que estaban muertos pero evitaban el frío, cada que subía la temperatura se movían hacia donde no lo hiciera tanto, era ridículo en cierta parte. 

¿A donde irían? ¿Flotarían hasta hasta un lugar donde no haga frío? Era inútil pensar en estas cosas.    

Tenían esa parte del cerebro activo, por eso podían mover brazos, piernas, boca y los ojos. También podían escuchar y por eso los atraía el ruido, tenían conciencia y eso no le gustaba para nada a Jungkook.

—¿En que piensas? —preguntó su pareja mientras sostenía las manos de su hijo para que este empezara a caminar. Jae ya sabía caminar pero de igual manera siempre buscaba las manos de sus mayores para ir aún más seguro.

—En nada relevante. —se acercó a Kim y le besó la mejilla. Se paró en el otro extremo de la habitación y se puso en cuclillas. —Ven bebé, ven con papá. 

El bebé comenzó a caminar hacía su dirección y una vez llegó su padre lo tomó en brazos para dar vueltas en su lugar causando carcajadas en su pequeño hijo.

Lo dejó en el suelo y Jae se dirigió hacia afuera de la habitación.

Taehyung abrazó a Jungkook y este le correspondió para después dejar un beso en sus labios.

Una vez separaron sus labios se miraron y se sonrieron para fundirse en otro abrazo. 

—Amor. —llamó.

—Dime.

—Jae se fue. —dijo con total tranquilidad.

—¿Y que con eso? —seguía sin verle el problema.

—Jae se fue. —se miraron y salieron corriendo hacia afuera de la habitación, vieron a su bebé en el borde de las escaleras mientras reía a carcajadas. Y Jae saltó para tirarse.

El alma se les salió del cuerpo y pueden jurar que su corazón dejó de latir. No podían moverse, estaban paralizados. 

Ninguno de los dos pudo agarrarlo pero una cabellera rubia pasó en frente suyo para tomar el pequeño cuerpo de Jae y así caer sobre su espalda. Tosió intentando recuperar el aire, el golpe en su espalda había sido fuerte por lo que solo se concentró en su respiración hasta que el dolor disminuyó un poco.

El niño volvió a reír a carcajadas. —¿Quieres otra?

—Aléjate de mi hijo, rubia. —dijo el azabache para tomar a su hijo en brazos y abrazarlo.

—Un "Gracias, Yong por salvar a mi hijo por segunda vez. Déjame recompensarte tomando tu turno en la noche." o un "Eres el ángel guardián de mi hijo, no se como agradecerte. Eres la mejor." No me quejaría si mezclas las dos y te quedas con el "Eres la mejor". 

—Gracias.

—¿Solo eso? A la próxima que tu hijo quiera matarse por estar jugando con Jin y Namjoon o simplemente se aburra en medio de un tiroteo y quiera salir a caminar no me busques. —le sacó la lengua y se giró. Estaban todos ahí y los que no conocían la historia al completo abrieron la boca. —Larga historia.

Movió su mano como si no importara y vio como Jungkook  dejaba a su hijo en el piso y este comenzaba a caminar hacía distintas partes de la casa.

—Gracias, Yong. En serio, tomaré tu turno de las siguientes tres noches como agradecimiento. —dijo Kim con sinceridad.

—Ay no, tu no bebé. Solo Jungkook puede aceptar esa oferta. Con solo tu agradecimiento me basta. —dijo y acarició las mejillas del chico como si fueran nieto y abuela.

Jeon miraba todo con confusión y levantó las manos en señal que no entendía nada.

—¿Quiénes son Nam y Jin? —preguntó Hyunjin.

—Eran unos amigos, fallecieron a causa de un infectados, este mordió a Jin y cuando Nam lo mató se dejó morder por su pareja. —explicó brevemente Jimin.

—Lo siento.

—Está bien, un día después de su muerte Jae comenzó a reírse de la nada y caminó hasta un rincón. —empezó Taehyung.

—Caminó hacia la habitación de nuestros amigos y cuando entramos le mostramos una foto de ellos y el señaló detrás nuestra. —un escalofrío recorrió el cuerpo del pelinegro.

—Y parece que su alma era tan pura que los lograba ver, luego de eso a veces se ríe a carcajadas y camina hacia lugares en especifico, asumimos que los puede ver.

—Eso da miedo. —dijo Jisung.

—Lo da, pero es bueno que siga conectado con nuestros amigos. —el grito de Jae se escuchó por la sala y todos voltearon a verlo, el bebé estaba mirando hacía lo que parecía ser el centro de donde ellos estaban. Señaló el lugar y corrió hacía ella para tender los brazos para arriba en señal de que quería ser cargado.

Rio una vez más y corrió hacia otro lugar para hacer exactamente lo mismo.

—Me fui. —dijo Hyunjin y salió casi corriendo del lugar.

—Es medio tonto a veces, discúlpenlo. —dijo su hermana.

—Está bien, es común. Nosotros evitamos gritar y salir corriendo cuando pasó la primera vez. —dijo Rose mientras se paraba. —Iré a rellenar algunos cartuchos, volveré dentro de unas horas.

Todos asintieron y Félix la siguió para acompañarla y ayudarla.

—Supongo que es hora de prepararnos para la vigilancia. —dijo Chaer y Yeji asintió.

Las cuatro personas que les tocaba se fueron a sus habitaciones para poder estar adecuadamente vestidos. 

—Es mejor ver que vamos a comer, así cenamos todos juntos antes de que se vayan a hacer la vigilancia. —dijo Kim.

Y así prepararon la no tan elaborada comida, cenaron con tranquilidad y cuando dieron las diez con treinta minutos las cuatro personas se dirigieron a hacer vigilancia hasta que saliera el sol.

No era fácil, les había tocado enfrentar a los infectados sin armas, cuerpo a cuerpo y no era tan sencillo. Ellos te largaban tarascones y así podías ganar fácilmente si lo llegabas a morder. 

No tenían esa ventaja por lo que solo podían hacer era esquivar los mordiscos y simplemente romperle una pierna para que así pudiera caer y tener una ventana de quizás cinco segundos.

Infected |KookvDonde viven las historias. Descúbrelo ahora