Infected |Kookv

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Chris era quien conducía el auto que estaba adelante de todos por la carretera no lograba ver nada excepto por lo que alumbraba las luces del auto, a su lado se asomó el auto que conducía Yirem y vio como su pareja bajaba la ventanilla. —¿A donde se supone que iremos? Dejamos todo allí.

—Con Jimin. Ellos nos dijeron que podíamos ir, son las cuatro de la mañana, llegaremos cuando estén despiertos... Creo. —dijo mientras lo miraba de a ratos, no podía despegar la vista de la carretera si no quería chocar. 

El auto de Félix desaceleró y así se comunicaron hasta estar todos de acuerdo hacia donde iban. Le daba las indicaciones a la chica ya que era la primera vez que iba hacia aquél lugar.

Atrás del auto que conducía Minho había una horda, de mínimo, cuarenta infectados. Apenas y se habían visto la cara con los demás, tenían fe en que todos habían podido salir de ahí. Seungmin bajó la ventanilla y se sentó en el lugar que otorgaba la puerta, Yuna le abrazaba las piernas para que no perdiera el equilibrio y comenzó a disparar. 

Chae imitó a Seungmin y esta vez fue Jisung quien abrazó las piernas contraria para evitar que se cayera. Minho aceleró y terminó a la par del auto que conducía Changbin, Chris y Yirem aceleraban el auto cada vez más hasta el punto que iban a 130 km por hora, no sabían desde cuando los infectados se movían tan rápido pero ese era el caso en este momento. Debían perderlos si es que no los querían guiar hacia los muros. 

El auto al estar en movimiento habían fallado un par de veces, no les daban en el cráneo pero si les daban en el cuerpo. Jisoo se aferró a las piernas de sus amigas ya que se habían sentado en la puerta y comenzaron a disparar. 

Disparo tras disparo, las armas hacían mucho ruido y por esa razón corrían más peligro de atraer más infectados hacia ellos.

Los infectados iban cayendo, no morían ya que se aseguraban de darles en las rodillas y así terminen el el suelo, les daba más tiempo. Una vez la mayoría de los infectados estaban en el suelo se encargaban de dispararles a la cabeza.

—¿Cuánto falta para llegar? —preguntó Ryujin.

—Unos veinte, treinta minutos quizás. —contestó Changbin.

Los disparos se seguían escuchando y con eso los infectados salían hacia la carretera. Iba a ser una madrugada agitada. 

[...] 

Ya había pasado una hora, tomaron el camino más largo, debían dar muchas vueltas y debían girar mucho hacia la izquierda. 

Infectado tras infectado caía pero no moría. En el auto donde estaban Yirem y Félix se habían quedado sin balas, ellos estuvieron la frente al quedarse sin nada y dejaron atrás a quienes podían defenderse.

Mientras el pelirrojo le indicaba a su amiga hacia donde tenía que ir en la parte trasera solo se podía escuchar como revolvían todo. —¿Qué es lo que están buscando?

—Algo para poder ayudar a los demás. —dijo Hyunjin sin prestarle demasiada atención realmente.

En uno de los bolsos encontraron tres catanas, no sabían como usarlas ya que eso le pertenecía a Chris y a Eunji. Se arriesgaron y las tomaron.

—Párate. —ordenó Yoo con nervios.

Yirem al no poder ver que era lo que su amiga tenía en mano se paró y vio como el rubio, la azabache y el otro azabache se bajaban del auto y se acercaban a los infectados con las catanas en una mano y en la otra una linterna para alumbrar. Como estaban entrando al invierno amanecía cerca de las ocho y hacia mucho frío.