CAPÍTULO XX-VIII

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Los rayos de sol lo golpearon de imprevisto. Tras gruñidos y quejas, se remueve en la cama obligándose despertar.

Gira el cuerpo hacia las grandes ventanas de la habitación intentando reconocer la silueta en frente, achicando los ojos visualizando mejor.

—Levántate. Tenemos que hablar— le ordena la silueta con voz déspota, resultando ser Hoseok al acortar la distancia—. Estas muerto, Kim Taehyung.

Se retira de la habitación, dejando a Taehyung sumamente confundido.

Se para de la cama sorprendiéndose consigo mismo cuando ve su torso desnudo, abriendo los ojos de inmediato cuando recordó lo que pasó: Estaba en celo.

Rápidamente toma una camiseta del piso y sale disparado de la habitación, casi corriendo escaleras abajo, buscando con la mirada al omega por toda la planta baja, encontrándose solo con el beta en la cocina.

—¿Buscas a Jungkook?— le pregunta el mayor apartando la vista de su móvil, recostado en la barra.

—¿Dónde está?

Hoseok levanta una ceja algo raro al no confiar cien por ciento en la actitud de Taehyung, ya que es posible que aún tenga los estragos de su celo y su lobo este buscando con desespero al menor por lo mismo que lo reconoce como Su Omega.

—Ven un momento— el alfa lo mira curioso por unos segundos, inseguro de ir, pero desiste y se acerca tomando asiento al lado de su mayor—. ¿Tienes idea de lo que hiciste ayer?— habla serio, con el ceño fruncido.

—Mi mente está bloqueada, solo recuerdo que Jungkook llegó.

—¡¿En serio no recuerdas nada?! Maldito perro sarnoso.

—¡¿Qué mierda te pasa?! No me hables así.

—Te hablo como se me dé la puta gana— le refuta intentando controlarse. Las ganas de mandarlo a la mierda estaban a centímetros de salir—. Mereces que te lleven a la horca, Kim Taehyung. Has herido a Jungkook-ah.

—¿Herido? ¿A qué te refie-

—Lo marcaste.

Taehyung sintió como un bloque de cemento cayó directamente sobre su pecho.

Marcado. Marcó a Jungkook. Marcó al omega que juro proteger y cuidar. Al omega que juró confianza en él. Y ahora, lo ha marcado como suyo. No quiere imaginarse lo que hizo, lo que lo obligó hacer. Sabe que Jungkook sufrió una casi violación, y ahora él acaba de hacer lo que más temió.

—No lo has marcado del todo. Es una temporal. Pero eso no quita el hecho de que casi lo obligas a llevar una marca en contra de su voluntad.

—¿Donde está? N-necesito verlo.

—¿Verlo? ¿Piensas verlo después de todo?— Hoseok apreta la mandíbula, acercándose al alfa—. ¡Casi lo violas! ¡¿Y aún así quieres verlo?! ¡¿Acaso tienes algo de remordimiento?! Bastardo, dijiste que lo cuidarías y le brindarías protección... Y mira... Ahora resulta que tú casi lo violas.

—No estaba consciente, ni siquiera lo recuerdo. Mierda— murmura en voz baja, intentando retenerse en buscar al omega—. Dime dónde está, por favor.

Y no hizo falta decir algo, porque Hoseok miró hacia arriba. Taehyung de inmediato captó la referencia, disponiéndose a subir las escaleras.

—Taehyung— el beta lo llama deteniendo el paso. El alfa voltea hacia su dirección, mirando desde el pie de la escalera—. Si no te abre la puerta o no te responde... No le insistas, por favor.

Y Taehyung asiente apenas, captando la orden.

Al llegar frente a la puerta, se dispone a preparar un discurso, siendo los nervios un problema. ¿Que podría decirle? ¿Que el celo lo volvió un completo demente? No hace falta justificarse, porque es cierto. Pero tampoco es razón para intentar violarlo.

DEBITUS UT OMEGA | KTH&JJKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora