CAPÍTULO XXX-VII

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—¡Eres un verdadero imbécil, Hoseok!

—¿Ah? ¡¿Y ahora por qué?!

—¡¿Cómo te atreves a decirme todo eso por llamada?! Eres un... ¡Te quiero sacar la-

—Ya basta— intercede Jungkook—. Estamos en una clínica, compórtense.

Ambos mayores giran hacia él, Jimin se acerca y toma asiento en el sillón al lado de la camilla, cruza los brazos y se recuesta al respaldar aún procesando todo lo que el beta le informó. No quiere creer, pero de algún modo es verdad.

Joder, ¿Quién diría que su mejor amigo nunca fue un simple omega recesivo? Sino que a la vez es un dominante.

El Omega de omegas.

Vaya

—Eres como un dios, Jungkook. Encima tienes un alfa desde hace... no sé... ¿Mucho tiempo? Es algo impresionante— atina sin mirarlo—. Enlazados sin falta de una marca... eso sí que no lo esperaba.

—Nadie lo esperaba, es como si un baldazo de agua helada nos cayera, en especial a ellos— dice el beta refiriéndose a los menores.

—Es que... no puedo dejar de pensar, perdón— Jimin mira al menor—. Perdón Jungkookie por gritar.

El aludido menea la cabeza con una pequeña sonrisa en sus labios, y suelta un suspiro al percibir más calma en el ambiente. Jimin llegó alterado, y por poco llamaban a una enfermera para inyectarle algún calmante, felizmente su temperamento bajó, aunque no tanto cuando Hoseok trató de callarlo.

—Me retiro, nos vemos luego— atina el beta tomando la perilla de la puerta.

—Mejor, no quiero ver tu cara.

—Yo tampoco, Park Jimin— responde sin importancia y finalmente se va.

El mencionado frunce las cejas sin dejar su postura. Exhala en un suspiro y mira a Jungkook, quien le regresa el gesto con una pequeña sonrisa en sus labios.

—¿Por qué sonríes?

—Ustedes son divertidos.

—¿Nos ves con caras de payasos?— pregunta quizás indignado, a lo que Jungkook niega con la cabeza—. Bien. Respétanos, somos tus mayores.

—Yo los respeto. No veo porqué lo dices.

—Por nada, olvídalo.

Y Jungkook ríe bajito volviendo a recostarse al respaldar. Mira con dirección al televisor frente suyo en la pared, transmitiendo una serie de comedia cual ni siquiera le da importancia y lo ve por pura inercia.

Es un poco más de mediodía. Esperó casi una hora a Jimin, y por poco desiste tras su demora, no quedándole de otra que estar solo.

—Oye, debo enseñarte algo.

El mayor lo saca de sus pensamientos. Mira hacia él con curiosidad tras el tono animado de su voz, es más, encuentra una bonita sonrisa y los ojos en chiquito tras ocultarlos por las mejillas fruncidas.

—Espero que no sea otra de tus tonterías.

—Hey, ya sé que hago muchas tonterías, pero tampoco es para recordármelo— dice buscando en su mochila color gris con un llavero de un pollito, regalo de Jungkook—. Quedarás boquiabierto hasta el punto que la mandíbula se te caerá.

—No sé qué más espero, hoy me han dado tres o cuatro noticias de golpe que ya no me soprende otra noticia más.

—Jungkookie... no arruines mi emoción— queja en un pequeño puchero, a lo que cambia a una sonrisa cuando encuentra aquello —. Prométeme que te sorprenderás aunque no lo estés.

DEBITUS UT OMEGA | KTH&JJKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora