PRÓLOGO

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¡Kim Taehyung! eres malo— dijo la castaña golpeando el brazo de su primo—. ¿Cómo puedes decir que mi vestido se ve horrible?, la abuela se esforzó en conseguirlo, debes tener en cuenta su esfuerzo.

—No entiendo cómo puedes llamarla abuela después de lo que te obligó hacer— el niño de apenas ocho años le dio la espalda a la mayor—. Es una bruja— quejó—. De seguro hizo lo mismo con mis padres.

—No es verdad— la muchacha negó tomando asiento al lado del pequeño pelinegro con rizos hermosos. Aun cuesta saber de dónde salió ese precioso cabello: el radiante negro, oscuro como las rayas de un tigre y brillante como sus colmillos—. ¿Sabes por qué todos admiran a los reyes Kim?

—Porque son los reyes más bondadosos que existen en la tierra y porque son dominantes— dijo sin quitar la mirada de sus manos cuales jugueteaban con una rosa—. Es lo que siempre escucho, Jisoo.

—Eres un bruto— palmeó la cabeza del joven, este quejó— Los reyes Kim son el más grande ejemplo que el amor destinado existe. Que la pareja destinada existe, el lazo existe, el amor existe. Si no se hubiesen encontrado en aquel baile real, estuviésemos acabados— dijo sin despegar la mirada del niño—. Gracias a ellos el pueblo vive en paz, sin guerra, porque ellos lucharon por nosotros.

—No sabía esa parte de la historia, yo aún no había nacido— miró a su mayor—. Cómo eres más vieja que yo, es obvio que lo sabes— sonrió.

¿A quién llamas vieja? Mocoso hijo de-

—Príncipe Kim Taehyung— llamó uno de los sirvientes—. Debe despedirse de la princesa Kim Jisoo, su transporte la espera.

El pequeño miró a su prima con tristeza ¿Por qué debería ser así? ¿Por qué no pueden dejarla ser libre? Qué asco obligar a casarse solo por los clanes. ¿Por qué no la dejan ser feliz? Si tan solo tuviese la historia de los reyes Kim, sería perfecto.

—Tae, yo...— la castaña se levantó junto con su primo del césped sacudiendo sus ropas—. Sé que son muy pocas veces que nos veremos, pero recuerda que te amaré siempre— tomó al niño y lo atrajo para un fuerte abrazo— Quiero que sepas lo tanto que deseo el verte feliz con tu pareja destinada. Aún no sabemos si eres un alfa o un omega, pero estoy completamente segura de que eres un alfa— besó la cabeza del menor—. Por eso te obligarán a contraer matrimonio. Ten en cuenta que no eres una persona manipulable, lo manipulable es fácil y débil, tú no lo eres.

Se separaron para que luego Jisoo se acuclillara a la altura del príncipe mirándose frente a frente.

—Si vez a una persona manipulable y necesita ayuda, no dudes en defenderla— Taehyung asintió—. ¿Sabes por qué te llaman V?

El pequeño negó con la cabeza, la mayor sonrió mostrando una sonrisa cálida la cuál llenaba de paz y alegría a Taehyung. Él quería a su prima y a sus padres más que nadie en el mundo. A su corta edad, era capaz de mandar a la mierda a sus abuelos por las barbaridades que cometieron, pero a Jisoo y a sus padres, nunca.

—V es cinco en romano— tomó sus manos sin despegar su mirada del menor—. Eres la quinta generación, el quinto futuro rey y además significas la Victoria ¿Hay más razones para hacértelas saber?

El pelinegro negó. Era consciente de ello, sabía que su futuro ya estaba firmado, pero lo único que no estaba firmado era su corazón. No será manipulado y mucho menos obligado a vivir una vida horrible junto a la persona que no ama. Está cien por ciento seguro que algún momento llegará su amor destinado, ese amor verdadero. Aquel amor cuan tanto anhela como los reyes Kim. No dejará manipularse por las órdenes de su abuela alfa dominante. Solo por serlo, piensa que tiene el derecho de regir sobre las personas. Repulsión, repugnancia, aversión, sentía solo al ver como la alfa obligaba a su preciada prima casarse con un Alfa dominante porque "era su deber como omega real".

Si tan solo todo fuera tan fácil.

¿Comprendes Príncipe V?— asintió—. El futuro está en tus manos, por ahora solo debes ser feliz—. Jisoo envolvió a Tae nuevamente en un abrazo—. No olvides lo mucho que te amo, por favor, eres mi pequeño tigre.

—Princesa Kim Jisoo, ya es hora— el mismo sirviente volvió a llamar.

Jisoo se separó del abrazo, se puso de pie y caminó hasta la limusina real sin antes levantar su mano como símbolo de despedida, para luego subirse y finalmente marcharse.

Lo que nadie sabía, era que esa fue la última vez que la princesa Kim Jisoo se volvería a ver.





DEBITUS UT OMEGA | KTH&JJKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora