DEBITUS UT OMEGA | KTH&JJK

CAPÍTULO LX-I

Fueron cuestión de segundos para que Taehyung diera la orden a la Guardia Real e iniciara la búsqueda del omega.

No puede estar más preocupado, porque ¡por Dios!, todo iba bien, todo estaba perfectamente bien. Y ahora su omega, su futura Luna, ha sido secuestrado y no duda que se trata nada más que de Choi Minjae. ¿Y cómo lo sabe? Pues todo apunta a él, ya que Youngjae se encuentra tras las rejas.

Más el misterio del paradero de Jungkook es el verdadero problema de todo. No obstante, la idea de encontrarlo en el palacio de Incheon y en la mansión Choi son los primeros destinos que se le vienen a la cabeza. Porque... ¿No es obvio? Son los únicos lugares que el patriarca de los Choi podría llevarlo, por lo tanto, la idea de allanar un lugar ajeno a ellos es nula.

Pero si en esos lugares no está... ¿Dónde más? Aquellas residencias gritan "Aquí encontrarás a Jeon Jungkook", obviamente no lo llevarán a otro lugar ¿no? ¿No?

Luego de recorrer dos pasillos, Taehyung llega a la misma sala de recepción de aquella vez cuando sus padres lo llevaron junto con Jungkook para comentarles sobre la tragedia de los Jeon; pero esta vez la situación amerita un tema diferente, completamente diferente, por lo que abre la puerta encontrando a Lisa consolando a Jennie luego que la Guardia Real la hayan encontrado en el mismo lugar que el secuestro.

El alfa toma asiento en el sofá frente a las chicas y hace lo posible para no intimidar a Jennie y obligarla hablar en ese estado tan angustiante.

Joder ¿Cómo no hacerlo? Es Jungkook, es su omega, su amor, su todo. Está en manos de ese hombre y sabe la Diosa Luna para qué. Youngjae está en prisión y no puede salir por la alta seguridad dictada por el mismo Kim Taehyung, por ende ¿Cuál es la finalidad de un secuestro? ¿Qué desea Choi Minjae?

—Jennie, coméntanos qué sucedió. Debes contar todos los hechos para obtener mayor posibilidad de encontrarlo. Solo tu puedes hacerlo— comenta Taehyung lo más tranquilo posible, guardando la compostura para no abrumar a la gestante, todo lo anterior podría afectarla a ella y al bebé.

Jennie se aparta poquito de Lisa y se seca unas cuantas lágrimas con un pañuelo que la misma le entregó apenas llegó a la Casa Real. Lista para hablar...

—S-salimos de una farmacia y caminamos media cuadra... y... y de pronto una furgoneta paró frente a nosotros— comenta con su voz temblorosa a punto de romperse. Estaba asustada, de hecho lo está tras llevar una mano a su vientre y acariciar encima de la tela de su abrigo—. Bajaron dos alfas, uno de ellos alzó a Jungkook pa-para meterlo al vehículo, y el otro me apuntó con su arma. Y Kook... Kook fue muy valiente, me defendió, clavó su daga en ambos hombres, pero... pero antes que podamos huir un tercer alfa apareció y lo golpeó— Jennie aprieta la tela hasta que sus nudillos de tornan blancos, por lo que Lisa lleva una mano a la mano ajena y deja a la vez en beso en la mejilla de la omega, todo bajo la mirada de Taehyung quién escucha atento el relato—. Quise gritar, V, quise pedir ayuda. Pero ese hombre me amenazó y apuntó su arma en mi vientre, y mi instinto solo se rigió a proteger a mi bebé. Perdón, enserio perdón por no poder hacer nada para salvar a JK, pero mi lobo se vio obligado a obedecer su instinto maternal.

—¿Viste a esos hombres? ¿Llevaban uniforme, alguna placa o algún otro implemento?

—No les llegué a ver el rostro, pero sí el arma, era un revólver; y también ví la furgoneta, es negra y sé la marca.

—¿Cuál es?

—Un Volkswagen negro sin placa, se nota que es nuevo y viene de un lugar donde hay lodo. Una de las puertas tenía una mancha de ella.

—¿Sospechas que viene de un bosque?— cuestiona Lisa quizás un poco confundida mirando el rostro de su Unnie, y ella solo asiente poquito, algo insegura.