CAPÍTULO LXX-IV

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—¿En serio tuviste que decir eso, Jimin?

—Ya dije que lo siento. Olvidémoslo.

—Solo debiste hacer una sola cosa, poner la corona de flores cerca del ataúd, debiste fijarte por donde caminas.

—El césped estaba mojado y con huecos, casi me caigo ¡Entiende!

—Pero decir "Ay, casi me muero" en frente de todos. ¿No pudiste decir otra cosa?

El omega rueda los ojos mientras baja de la limusina, y Hoseok frunce el cejo ante el gesto.

—Burro— Hoseok susurra entre dientes, lo que hace a Jimin girar de golpe y mirarlo a la cara.

—¿Qué dijiste?

—Burro, eres un burro. Un grandísimo burro.

—¡¿Mira quién lo dice?! El que se equivocó de cementerio y llevó a Jungkookie y a Taehyungie hasta la verga.

—¿Qué es eso?                    

—Lo que te gusta comer.

—No entendí.

—¿Eres o te haces?

—¿Qué?

—Mejor olvídalo, no tienes remedio.

Y ahora Hoseok es quién rueda los ojos, y cierra la puerta de golpe luego que Yoongi bajara; los tres pasando a subir los escalones de la entrada hasta quedar a la par de los Reyes Kim. En tanto Jimin se acerca a la carriola y se inclina para juguetear con Hamin y su sonaja.

No obstante, todos voltean al ver una tercera limusina estacionarse. Hyunjin baja del copiloto y abre la puerta trasera, dejando a la vista a los futuros Reyes de Busan, siendo Taehyung el primero en bajar para ayudar a Jungkook cuando la dificultad tras cumplir el día anterior la décima séptima semana de embarazo es evidente.

Sí, pudin está un poquito más grande.

—¡Al fin llegan! Fue buena opción cambiar a Hoseok por Hyunjin ¿No creen?— comenta Jimin enderezándose después que la pareja termina de subir las escaleras.

—Hey, sólo me distraje un poco. Es todo.

—Hoseok, nos llevaste a un cementerio de plebeyos, cuando era el cementerio clase alta de Incheon. ¿Cómo pudiste distraerte?— Taehyung le cuestiona, manteniendo su mano entrelazada con la de Jungkook con algo de dificultad al estar ambos con guantes.

—Estaba con sueño. La Guardia Real se despertó a las tres de la mañana para demorar dos horas equipando todo para un viaje de cinco horas y media en limusina. Es mucho trabajo y muy cansado. Por lo menos ustedes durmieron un poco, bueno... Jungkook-ah y Hamin-ah en especial.

Una sonrisa restringida se dibuja en los labios del omega, quizás un poco cohibido luego de presenciar el entierro de una de las mujeres que más influyentes en su vida. Por lo que suelta un pequeño suspiro y deshace el agarre de su mano, recibiendo la mirada confundida de su alfa.

—Tengo que hacer unas cosas, Tae. Me adelanto— Jungkook murmura, impinándose poquito para dejarle un beso en la mejilla y luego alejarse un poco apresurado a sus aposentos.

—La está pasando mal ¿No?— comenta Namjoon acercándose con Hamin entre brazos, teniendo la mirada de Seokjin sobre él ante el temor que el bebé se le caiga.

Taehyung suspira.

—Van dos días que no duerme y lo he encontrado frente a su tableta gráfica y al ordenador.

—Él ha regresado a sus clases hace poco, es entendible.

—Pero temo por su salud y por la del cachorro. Su aspecto no ha mejorado mucho. Sólo se recuperó de las lesiones, aumentó de peso y los vómitos han desaparecido. Pero en lo demás... no

DEBITUS UT OMEGA | KTH&JJKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora