CAPÍTULO LX-IX

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—¿Por qué tardaron tanto?

—¿Por qué estás parado afuera del baño?

Jimin mira el lugar mencionado y regresa con los alfas, siendo Taehyung quien hizo el cuestionamiento.

—Jungkookie se está lavando los dientes y... haciendo otra cosa.

Ambos alfas se miran entre sí, y regresan al omega quién cruza los brazos y mueve repetidas veces su pie a esperas de alguna acción.

—¿Va a tardar?— pregunta Taehyung, acercándose a la puerta del baño, más fue impedido cuando el omega se interpone.

—Jungkook te ha dejado un regalo.

El alfa alza una ceja, intrigado quizás cuando Jimin se aparta y camina hacia la camilla, inclinándose para sacar debajo de esta una pequeña bolsa de papel. Enseguida regresa al menor entregándole en sus manos.

—¿Qué es esto?

—Un regalo dejado por tu omega y tu cachorro, haz lo que quieras con él. Cómetelo si quieres.

Okey...

Tal vez Taehyung no debió hacer lo siguiente...

Abre la bolsa y lo cierra enseguida arrugando el rostro cuando el olor le sucumbe el olfato. ¿Qué estuvo pensado? La curiosidad lo mató, o más bien le llegó una fea sensación tras oler el vómito.

—No seas asqueroso, Park— queja el alfa apartando la bolsa de su cuerpo, cruzando los brazos sobre su pecho—. ¡¿Y querías que me comiera esto?! ¡Diosa Luna!

—Pues... ¿Bon appétit?

Taehyung rueda los ojos volviendo su atención a la puerta del baño.

No escuchaba nada. No había sonido alguno que indicara el accionar ajeno. Tanto así que la preocupación lo amenaza con querer romper la puerta y entrar para verificar el bienestar del omega.

—Jimin, ¿puedes botar esto?— dice extendiéndole la bolsa—. No escucho a Jungkook. Me estoy preocupando.

El mencionado se acerca, ubicándose justo al lado del alfa y golpea tres veces la puerta, a la vez pegando la oreja contra la madera.

—¿Jungkook?— lo llama dubitativo, sin algún indicio del otro cuando el ambiente está completamente callado—. ¿Oye estás bien? ¿Necesitas ayuda?

Y después de tres toques más, el aludido al fin abre, jadeando poquito por el esfuerzo y sosteniéndose con dificultad del porta suero. Taehyung apenas lo ve lo sujeta del brazo y le ayuda a salir del lugar, hasta llegar a la camilla.

No hacía falta preguntar. El rostro serio del omega con los ojos cansados y ojeras, es símbolo que siente dolor; que aún está demasiado débil y aturdido por todo el daño recibido.

Todo en Jungkook delata estar hecho mierda.

—Kook— Taehyung lo llama, su voz sonando en un suave arrullo al modo que ayuda al omega a subir a la camilla, quien jadea sutilmente cuando su espalda choca contra el respaldar—. ¿Quieres que llame a Donghae-nim? El esfuerzo de vomitar te vaya a causar algún daño.

El omega asiente poquito, viendo cómo su alfa le cubre la cintura con el cobertor y acomoda algunas prendas de su nido. Y oh, no se había percatado de la cuarta presencia en el lugar. Yoongi estaba sentado en el sillón con un gran abrigo negro, una bufanda gris y un gorrito de lana del mismo color.

Se ve muy chiquito, piensa.

—Suga Hyung, no lo vi— dice con la cabeza ladeada hacia la dirección. Yoongi se pone de pie y se acerca con las manos en los bolsillos de su abrigo.

DEBITUS UT OMEGA | KTH&JJKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora