CAPÍTULO LXXX-VII

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En los próximos días, la ansiedad, la preocupación, y el aburrimiento, se apoderaron completamente de Jeon Jungkook, hasta el punto de restringirle la salida de la habitación por el temor del descontrol de su lobo por ver a su alfa.

Jungkook no es la clase de persona que arma pleitos, es tranquilo. Pero a excepción de ahora es un poco diferente. Necesita paz y estabilidad.

¿Tanto cuesta tenerlas?

Hace unas horas, luego de despertar, la marca le ardió poquito tras rozar con las almohadas, y sin esperar Jimin -quien se ofreció a cuidarlo- llamó a una enfermera para limpiarle y proporcionarle unos medicamentos en el suero. Segundos después su ánimo decayó de la nada, llegando a una conclusión: Jungkook se encuentra en una situación tan vulnerable que la única persona quién podría otorgarle lo necesario es el mismísimo Kim Taehyung.

Lamentablemente aún no ha despertado luego de seis días.

En lo que entorna a Jungkook, ha mejorado. Puede sentarse completamente y dar cortos pasos, con ayuda obvio, porque es inevitable no sollozar y derramar unas cuantas lágrimas por las leves punzadas de las suturas. Y ni hablar de ir al baño, es el infierno.

—Hola, ¿Se puede?

El omega aparta la mirada de la televisión para fijarla en la puerta, encontrando a Hoseok sonreirle con entusiasmo mientras agita una mano, pues la otra se mantenía enyesada y en una férula.

Entra y antes de seguir se detiene al ver a Pudín en los brazos ajenos, dormidito con un nuevo cambio de ropa y envuelto en la mantita de feromonas color morada. Y oh, los labios del beta se abren cuando el el cuerpo del cachorro es pequeño, aproximadamente la mitad de su brazo.

Hace una reverencian como acto de respeto y acorta la distancia para terminar a su lado.

—¿Viene de la habitación de Taehyung, Hyung?— Jungkook le pregunta viéndolo inclinarse hacia él.

—No, solo pasé. Vengo del pabellón de los guardias.

—¿Cómo están? ¿Hyunjin-ah salió ileso?

—Tiene algunas suturas que no pasan de los cuatro puntos, pero está perfecto— contesta despacio, chocando mirada con el omega— Se negó a tomar descanso y ahora está ejerciendo sus actividades sin problemas. Es joven, tiene mucha energía.

—¿Eso no es perjudicial para su salud?

—Pensamos lo mismo, pero aún así con todos las razones se negó. No lo juzgo, fue un héroe.

—Todos lo fueron.

—Sí, pero él te protegió de esos lobos y de los dos guardias alfas.

—¿Cómo lo-

—¿Sé? —le corta rápidamente, con una sonrisa dibujándose en su rostro—. Unos guardias me lo dijeron. "Dos lobos entraron a los aposentos del Rey JK y el guardia Hwang Hyunjin disparó directo a la cabeza a uno apunto de atacar" No me equivoqué al disponerlo para tí. Es un experto.

Jungkook sonríe de labios y aparta la mirada unos segundos hacia el cachorro para retornar enseguida a Hoseok. El beta le revolotea el cabello sacándole una risita y luego toma asiento en una banqueta que Jimin hurtó de una de las habitaciones.

—¿Sabes?— Hoseok pronuncia inclinándose—. Jamás pensé que ustedes dos se convertirían en padres. O sea, Taehyung sí, por obligación. Los primogénitos de muchos Reyes son concebidos obligatoriamente— explica—. Pero ahora ver cómo estuvo tan feliz contigo y Pudín, nos da a entender que una familia es bonita siempre y cuando sea consensuada. Y digo familia porque enamorarse de la persona que tu corazón amaga, que el amor sea mutuo, y un hijo que ambos saben que pueden criarlo porque tienen todo lo necesario... Es bonito.

DEBITUS UT OMEGA | KTH&JJKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora