CAPÍTULO LXXX-V

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¿Por qué tanto miras allá, Jungkookie?

El niño levanta la cabeza, sonriendo bonito para regresar al pequeño caballo de madera en sus manos.

—Jisoo Noona y Woonwo Hyung se fueron por ese pasillo, y Noona estaba riendo por algo que le decía Hyung. ¿Sabes que le estaba diciendo, Soyeon Noona?

La chica lame su labio inferior y se acuclilla lo posible hacia el pequeño, tomando entre sus manos un pequeño soldadito de plomo que sus padres le trajeron de una de las tantas conferencias en Francia. Y vaya, si que no son cualquier jueguete, porque de hecho aquellos soldaditos de plomo valen muchas monedas de oro.

—Cosas de novios— ella le contesta con una sonrisa bonita, con picardía tal vez.

—¿Así como TaeTae y yo?

La chica suelta una risa, la inocente pregunta de su hermanito causando que un pequeño rubor apareciera en sus mejillas, pues referirse como "novios" a una relación de niños es algo... muy precoz de su parte.

—Tú y V no son novios.

—¿Prometidos?

—No

—¿Amantes?

—¿Qué?

—¿Esposos?

—No

—Amigos con-

—Okey, okey. Basta— bromeó tomando asiento, con cuidado de no arrugar su precioso vestido de seda, cual fue elegido por el mismo Jeon Jungkook al tener muchas flores celestes en ella—. Ustedes dos son amigos, los niños no pueden ser novios, amantes, esposos, o lo que sea. Son solo niños y no buscan una relación de adultos.

—Pero V y yo nos vamos a casar.

—De grandes.

—Yo soy grande.

—No, me refiero a "grandes"

—¿Cómo gigantes?

—¡Ay, Diosa Luna! ¿Por qué es tan complicado hablar contigo?

—Porque tú no le explicas bien.

Una tercera persona entra al salón de eventos. Somin se acuclilla hacia los menores con cuidado de no resbalar con el piso de mármol recién encerado, y toma posteriormente un caballito de madera de los tantos de su hermano.

—Eres un poco boba, hermanita— burló, recibiendo un puchero a cambio.

—No sé cómo explicarle. Tú eres la experta.

—Claro que no. Es simple.

—Entonces dile exactamente lo que son Jisoo unnie y oppa. Y no andes con bobalidades, JK debe saberlo.

—Noona y Hyung son novios ¿No?

Ambas féminas callan.

Las miradas incómodas no tardaron en aparecer, y es que ¿Qué le pueden responder a un niño de solo seis años? ¿Qué su Noona y su Hyung son amantes?

No, no, y no.

No pueden decirle eso. En cierto punto no lo entendería, pero mentirle tampoco serviría, pues la curiosidad de un niño de esa edad está tan latente que no descansará hasta obtener una respuesta.

—Son amigos.

Okey...

Somin frunce el cejo y jalonea levemente del rubio cabello de su hermana, quién no tardó en quejar y tirarle un manotazo para que la soltara.

DEBITUS UT OMEGA | KTH&JJKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora