CAPÍTULO XL-VI

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Taehyung nunca pensó volver hacer esto.

Inclinado en el balcón de la vacía terraza, lleva una mano a su boca y da una calada a su cigarrillo, reteniendo por unos segundos el humo y soltarlo hasta perderse en el aire.

¿Qué pasa por su mente?

Nunca le agradó la idea de fumar. Detesta el tabaco, siendo solo una vez el consumirlo. Y ahora, está aquí, fumando uno porque quiere liberarse de todo, o más bien, se siente estresado y ansioso al no tener a Jungkook a su lado, a su omega.

Pensó que la dependencia por el lazo era mentira, que solo era una patraña para que la sociedad den a entender que el omega le pertenece al alfa, pero... el omega no le pertenece al alfa, sino que ambos se pertenecen uno al otro.

Joder.

Da otra calada al cigarrillo y luego lo desecha después de ser consumido.

¿Cuantos fumó? Revisa la cajetilla, y oh, solo quedaba uno. ¿En que momento se los terminó? Debe estar tan concentrado en sus pensamientos que no se percató de cuánta nicotina debe estar penetrando en su cuerpo.

Queja en un suspiro al aire. Levanta la cabeza hacia el cielo, topándose con la más hermosa Diosa, la Luna. Y es que luego de verla tan encantado, solo su mente se jacta a una persona.

Jungkook. Su Jungkook.

Agacha la cabeza, y pasa una mano por su ahora semi lacia cabellera. La frustración amenaza con consumirlo e ir corriendo a comprar otra cajetilla, más no lo hace. Él no es así, no se desahoga con algo. Siempre ha sido bueno en retener emociones, siempre ha sido bueno fingiendo, no va a dejarse llevar.

Pero... ¿Cómo debe sentirse? No puede mostrar aquella parte vulnerable. Jisoo le enseñó como ocultar sus emociones, y a no revelar aquello que lo afectó. Gracias a ella sabe callar.

Y vaya manera de enseñar...

Gira sobre sus talones, y sonríe forzosamente al ver a Yeontan sentado en la entrada, jadeando con su lengua rosada afuera y sus ojitos negros puestos en él. Hace una seña queriendo que este se acerque, más no lo hace. Yeontan no iba a estar rodeado del humo del tabaco.

Desiste. Inclina la cabeza de un lado a otro, liberando la incomodidad de su cuello tras fumar en una pésima posición, y regresa al interior de su departamento sin nada más que hacer.

Va a su habitación, toma una ducha de agua caliente hasta sentir que todo su cuerpo quedé completamente inundado del calor. ¿Que estuvo pensando en estar a la deriva del frío? Es otoño, pero el ambiente gritaba a invierno, tanto así que sus manos estaban semi adormecidas por la helada.

Cepilla sus dientes y se coloca una pijama, pasando finalmente a recostarse en la gran cama y dejarse al paso del sueño. Pero joder ¿A quien iba a engañar? No puede dormir. El sueño desapareció como por arte de magia por la ausencia de Jungkook. Su mente está tan sumergida en él que el sueño es un factor terciario.

Yeontan lo acompaña justo a su lado donde Jungkook duerme. Izquierdo, exactamente en ese lado, donde yace su corazón.

¿Y quien más es su corazón si no se trata de Jeon Jungkook?

Pero... algo sucumbió al can. Este se levanta rápidamente y camina hacia el pie de la cama, y mira directamente a la puerta de la habitación, provocando que Taehyung se enderezara y fije la vista en él.

—¿Qué pasa, Tannie?— pregunta confundido por su acción, más Yeontan empieza a mover su esponjada cola y suelta un ladrido, dejando más confundido a Taehyung de lo que está.

Y rápidamente el can salta de la cama y corre desesperado hacia el primer piso, obligando al alfa salir de esta e ir a su dirección, y oh, para su sorpresa lo encuentra ladrándole a la puerta de la entrada, moviendo como nunca la cola y dando saltitos.

DEBITUS UT OMEGA | KTH&JJKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora