CAPÍTULO LX-VI

4.4K 576 283
                                    

—Principe JK.

El mencionado se reincorpora en la cama con la mirada hacia las rejas, dibujando una pequeña sonrisa en sus labios al ver a Han con una bandeja entre sus manos a la espera de entrar.

—Pensé que no ibas a regresar. Te espere, Han-shii

El beta sonríe adentrándose al calabozo, acortando la distancia hasta tomar asiento al borde de la cama y dejar posteriormente la bandeja sobre los muslos ajenos.

—¿Cómo está? ¿Cómo se encuentra el futuro príncipe o princesa de vuestro reino?— le pregunta viendo al mayor acomodarse un poquito, y colocarse una almohada tras su espalda.

—Te enteraste...— Jungkook murmura mordiendo un pedazo de pan dulce.

—Es lo único que salía de la boca del Rey Minjae. Balbuceaba como un completo loco— comenta moviendo sus pies divertidos, y Jungkook puede deducir que el beta está un poco más animado, cosa que es muy contraria a aquella vez que fue sometido a esas horribles descargas eléctricas.

—¿Por qué no regresaste? Ese alfa que me traía la comida no me agradó nada.

—Estaba recuperándome. Ahora me siento bien, hasta me quitaron el collar— dice bajando el cuello de su camisa, donde solo yace la marca de dicho collar—. Solo queda esperar a que sane. El rey Minjae me dejó pasar más tiempo con usted porque dice que seré una buena compañía.

—Odio darle la razón, pero sí, tiene razón. Eres una compañía muy reconfortante. Y más cuando...— baja la voz de la nada, tragando saliva al pensar en lo que iba a decir.

—¿Y más cuando...— el beta repite inclinando un poco la cabeza hacia un lado, intrigado por el murmuro del contrario.

—C-cuando... cuando debo despedirme de mi cachorro...

Las actitudes de ambos decayeron rápidamente. El corazón de Han se estruja horrible al escuchar la voz del omega tan apagada y chiquita. Y es una atenuación el saber que Jeon Jungkook quiere tener su cachorro, pero el ruin capricho del Rey Choi es la contradicción para ello.

—Usted no se va a despedir de su cachorro— murmura el beta, acomodándose en la cama, atrayendo la mirada del otro con su mejilla abultada de pan.

—¿Cómo estás tan seguro? Ni siquiera sé cómo está luego de estar en pésimas condiciones. ¿Crees que este sano o sana?

Han recorre el cuerpo del omega hasta centrarse en su vientre. Y una pequeña sonrisa en sus labios aparece intencionalmente.

—Yo creo que será un cachorro muy saludable. Tengo fe que podrá a dar a luz.

—La Diosa Luna no hace milagros

—No la Diosa Luna, pero si cierta omega.

Jungkook deja de comer ante lo dicho. Intrigada en todo sentidos cuando el menor tararea sutilmente.

—¿Cierta omega? ¿A qué te refieres?

El beta se inclina un poquito hacia adelante, y retoma...

—¿No lo sabía?

—¿De qué? Me siento perdido.

Han lame su labio inferior y mira de reojo las rejas, asegurándose que ningún guardia esté a vigilia de él, y ante ello regresa con el omega, seguro de sí al no ver obstáculo para hablar.

—La Reina Hara escapó con el Príncipe Hamin la madrugada del mismo día de su inseminación. Eso causó que el Rey Minjae mandara a la mierda a todos minutos después— dice bajito inclinándose hacia adelante, por lo que Jungkook copia la misma postura—. Muchos alfas agacharon la cabeza y no dijeron nada ante su desfogo. Yo me mantuve lejos en todo momento. No estoy loco para acercarme.

DEBITUS UT OMEGA | KTH&JJKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora