CAPÍTULO III

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—Jungkook— el alfa llamó al castaño.

Ambos se encontraban sentados en el suelo con sus espaldas recostadas en la pared del puente. Al tratar de salvar al omega y este tras desahogar su llanto, perdieron energía sin poder moverse más.

Taehyung tenía una leve distancia con el castaño. No quería agobiarlo ya que este estaba ligeramente traumado.

¿Qué le pasó? ¿Por qué está así?

Si tan solo Jungkook abriera sus angustias ante él, sería capaz de entender más la penosa vida de los omegas. Pero lastimosamente no podía, apenas se habían conocido unos minutos en la peor situación. Conocer a alguien hace un momento, y contar tus problemas personales, es realmente incómodo.

Algo en el alfa decía este omega es diferente.

¿Por qué lo es? ¿Por qué siente que es diferente al resto de los omegas?

—Es descortés de mi parte preguntar lo siguiente— tomó aire— ¿Qué sucedió para que tomarás esa decisión?

Jungkook bajo la mirada, lleva sus rodillas a su pecho abrazándolas con sus manos manchadas de sangre ya seca.

Su mente debatió ante la pregunta del pelinegro ¿Estará bien contarle? Es un alfa. Los alfas son monstruos. Los Alfas son el diablo en persona.

Este Alfa no lo es

Levantando un poco su rostro, se atrevió a hablar.

—Desde niño he vivido bajo maltratos de mis tutores— jugueteó con sus dedos, el alfa lo miró con atención—. Nunca di señales de ser omega o alfa, pero sí de ser recesivo.

Recesivo, eso tiene mucho sentido.

—Cuando llegó mi primer celo, se dieron cuenta que era un Omega—. El castaño miró al Alfa—. En ese momento supe que mi destino era sufrir y ser sometido ante los alfas solo por mi capacidad de procrear.

A Taehyung le dolía escuchar aquello. Nunca tuvo la oportunidad de entablar una conversación con un Omega recesivo, y mucho menor uno maltratado. Detestaba tanto ese sufrimiento de ser obligados solo por su género. Son personas. No cualquier objeto que pueden usar y luego deshacer.

—Perdón por lo que diré, pero... —el pelinegro pensó sus palabras— Has sido vio-

—No.

El Omega cortó rápidamente. Taehyung ante su respuesta sintió un gran alivio en su pecho. Las cosas hubiesen sido peor si la respuesta era positiva.

¡Joder! Ese omega tenía algo que hacía resolver su interior.

—Casi lo iba ser —Taehyung abrió sus ojos de golpe. ¿Casi? ¿Cómo lo hizo para escapar?— Me defendí. Ese monstruo... —a Jungkook le costaba explicar tras recordar dicho suceso de hace un instante— Trató de marcarme, pero logré zafarme de su agarré gracias al golpe que le di.

—Eres muy valiente, tienes las agallas.

—Agallas que tenía por suicidarme—respondió— ¿Y usted porque está aquí?

El castaño preguntó cambiando de tema. Habían hablado mucho de él, era momento de conocer un poco al Alfa que salvó su vida, o más bien arruinó su muerte.

—Bueno- Yo...—Taehyung miró hacia el cielo, mientras arreglaba el mechón de cabello que cubría su vista—. Tuve un conflicto familiar. Quieren que acepte una petición contra mi voluntad.

El castaño observaba con atención al Alfa a su lado. ¿Que será aquello que no quiere aceptar? Es un alfa, todo es fácil para él.

—Yo... Prometí nunca ser forzado a algo contra mi voluntad, eso es horrible.

DEBITUS UT OMEGA | KTH&JJKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora