Capítulo 20.

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Hunter tenía delante de ella un anillo precioso, su borde era de oro, pero de un oro más rosado, y tenía un diamante en el medio, increíblemente hermoso.

Emma estaba nerviosa, bastante a decir verdad, y ver a Hunter con sus ojos brillosos, y una gran sonrisa, le dió una punzada en el pecho. Así que simplemente asintió, y el le colocó el anillo en su dedo y se levantó para abrazarla con fuerza y darle un beso tan suave, estaba muy emocionado, y ella sólo sonreía pensando en una sola persona en ese momento.

Cassandra.

—Te amo tanto.— Susurró el ojiazul para besarla nuevamente.

—Y yo a ti.— Murmuró Emma con una sonrisa.

El sonrió y luego tomó su mano, para salir de la biblioteca y dirigirse al salón de fiestas, al llegar Emma buscó con la mirada a la ojiverde, pero no la encontraba, cada invitado que veía a la pareja, sus ojos se posaban en el anillo que llevaba Emma, y luego comenzaban a murmurar.

—Hasta qué por fin.— Dijo Keyla acercándose a la pareja y viendo el anillo de Emma con una sonrisa.— Felicidades a la pareja de oro.

—Gracias hermanita.— Dijo Hunter con una sonrisa.

Keyla los abrazó y Emma sólo sonreía forzadamente, se sentía tan estúpida por no tener sus sentimientos claros, y no pensar suficiente las cosas.

Cada invitado que pasaba, los felicitaba por su compromiso, hasta los padres de Hunter los felicitaron con una emoción y alegría descomunal, pero la persona que Emma quería ver no estaba en el salón.

Hunter fue a saludar a unos amigos, mientras que Emma se quedó sola bebiendo un copa de champán, mientras que la música de Sia Snowman, comenzaba a sonar por todo el salón.

—¿Bailamos?— La voz de Cassandra la sorprendió detrás de ella erizando todo su cuerpo.

Emma asintió y luego la llevó hasta la pista, la mano de Cassandra se posó en su cintura y comenzó a moverse suavemente, ella guiaba sus pasos. Amaba su fragancia, y se sentía tan intimidada delante de ella, sus ojos verdes estaban más claros, y sus labios se veían tan apetecibles, pero quería que la viera, quería que esos ojos verdes turquesas se posaran en los azules de ella.

—Felicidades.— Susurró Cassandra mientras seguían bailando.

Aquella palabra sonó tan dolorosa para ella, y su voz sonó más ronca de lo normal, sus manos comenzaron a temblar, y simplemente quería salir de ahí huyendo por haber aceptado una propuesta que no quería.

—No quiero casarme.— Murmuró Emma.

Cassandra era increíble disimulando cada sentimiento de ella, sólo seguía bailando con su rostro tan serio sin ningún tipo de expresión.

—No debiste aceptar entonces.— Susurró.

Emma asintió estando de acuerdo, pero se sintió tan presionada en ese momento, jamás habló de matrimonio con Hunter, y pensó que no lo propondría tan pronto.

—Soy muy estúpida.— Murmuró Emma.

—Estoy de acuerdo.— Dijo Cassandra y la volteó para que la rubia estuviera de espaldas contra ella mientras bailaban.— Pero espero que seas feliz.

—Estoy confundida.— Dijo Emma y se volteó para estar frente a Cassandra.

La música terminó y comenzó otra, pero ellas no siguieron bailando, sólo se quedaron ahí viéndose a los ojos.

—Sólo vine a Londres a resolver unas cosas, pero me voy mañana temprano.— Dijo la ojiverde y tomó una copa de champán.

—Cassandra.— Murmuró Emma viéndola a los ojos, sabía que esa propuesta le había dolido tanto a la ojiverde.

En tú mirada (#2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora