Capítulo 1.

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—Estoy un poco cansado de la carrera, madre.— Dijo Hunter recostándose sobre su cama.

Su madre se sentó frente a el en el gran mueble negro que había en su habitación y su mirada fue desafiante y llena de rabia.

—Tienes que asistir esta noche a la fiesta de tú padre, Hunter.— Habló seriamente.— Tú padre confía mucho en ti en que podrás sustituir su lugar en nuestras empresas, a menos que este al mando de Ca..

Su hijo se levantó de inmediato y la miró molesto.

—¿Tú crees qué mi hermana mayor pueda superarme a mí? ¿A Hunter Hamilton? Sólo tengo 22 años y he hecho más de lo que mi arrogante y sarcástica hermana ha hecho, estoy preparado para todo madre.— Su voz sonó molesta, odiaba con todas sus fuerzas que lo compararan con su hermana mayor.

—Es la primogénita de la familia Hamilton, pero como tú hermana renunció a su herencia, y se la pasa de viaje en viaje, haciendo que cosa, quedaste en su lugar, sólo te pido que hagas que tú padre se sienta orgulloso.— Habló Dakota con firmeza, su vestido celeste se ajustaba elegantemente a su cuerpo, a pesar de ser una mujer madura, era increíblemente guapa.

—Estoy en una gran posición social madre, tengo una novia increíble, Emma Barker, la hija de Harper Barker, ¿Sabes qué significa eso?— Caminó hasta su bar y se sirvió un poco de whisky, su prepotencia rebasaba aquella habitación.— Puedo mantener esta familia a flote sin ayuda de mi padre, ni mucho menos de mi hermana mayor.

Dakota negó lentamente y se acercó a su hijo, acarició su mejilla y lo miró profundamente, sus ojos azules estaban llenos de ira y no le gustaba ver ese brillo en Hunter.

—Aprende a dejar esa prepotencia a un lado, que salgas con la hija de Barker no te hace poderoso, esa familia es mucho más poderosa que nosotros, y lo único que quiero es que superes las expectativas de tú padre y mía, sólo hazlo.— Su madre tocó su pecho y luego besó su mejilla, para luego dejarlo sólo en la habitación.

Hunter Hamilton, era un chico increíblemente guapo, pero muy vacío, su mente no daba más que salir con Emma Barker. A diferencia de sus dos últimos hermanos, Keyla y Trevor Hamilton, no estaban juntos en estos momentos ya que se encontraban en Estados Unidos estudiando, siempre los ve en diciembre, y sólo faltan dos días para navidad.

Pasó sus manos por su caballera castaña y se miró al espejo, estaba sin camisa y sus perfectos músculos estaban muy bien tonificados, sus ojos azules estaban llenos de ira y golpeó su espejo con fuerza, haciéndose añicos.

Odiaba a su hermana mayor, odiaba que lo compararan tanto con ella, que sea la primogénita de su padre, que haya sido desde pequeña una niña superdotada, pero es tan miserable para el.

Odiaba tan sólo escuchar su nombre.

...

Hunter bajó de su habitación listo para la fiesta de su padre en el gran salón de su mansión, espero a que Emma llegara para entrar juntos, mientras tanto tomó una copa de champán a su espera.

Pero minutos después, los de servicio abrieron la gran puerta mientras hacía su llegada Emma Barker. Una rubia de ojos azules, tan blanca como un papel, su sonrisa podría deslumbrar a quién sea, era tan idéntica a su madre Harper, sólo con su cabello rubio y ojos azules, era un poco más baja que Hunter, caminaba con mucha elegancia hacia su novio, y ante de llegar a el tomó una copa de champán.

—Cielo.— Habló el chico al verla, besó sus labios suavemente y rápidamente su fragancia entró en sus fosas nasales, deleitándose con su olor exquisito.

—Que buen novio me he conseguido ¿no?— Dice Emma guiñándole el ojo.—Entremos.

—¿Tus madres no vendrán?— Preguntó Hunter mientras caminaba al salón con su novia.

—No, a mi madre se le ha presentado algo en Ámsterdam y no podía llegar a tiempo, y mi mamá Angélica está acompañando a Ben en su nueva galería de arte, un poco atareada mi familia en estos momentos, amor.— Su voz era angelical pero muy elegante, Emma tenía esa chispa que todo el mundo amaba ver de ella.

Apenas tenían tres meses de relación, y ha ido muy bien, Hunter se lleva muy bien con las madres de Emma y su hermano mayor, y Emma era muy querida en la gran familia Hamilton, eran catalogados como "La pareja perfecta de Londres".

Los fotógrafos al verlos empezaron a tomarles fotos, para estar de portada al otro día en todas las revistas y noticias.

Emma Barker a sus 23 años heredó las empresas de su madre Harper Barker, y manejaba todo tal cuál como su madre lo había hecho, era una empresaria magnífica, pero amaba el modelaje con su vida, su madre la había enseñado muy bien para estar lista en el mundo empresarial, pero desde pequeña siempre deseó ser modelo profesional.

—¿Vendrás para la cena de navidad?— Preguntó Hunter mientras agarraba otra copa de champaña.

—Sí, estoy disfrutando mis últimos días de vacaciones, y me encantaría pasar navidad contigo y ver de nuevo a Keyla y Trevor, los extraño.— Dijo Emma con una cálida sonrisa.

Pero luego su cara se tornó de confusión.

—¿Crees qué venga tú hermana mayor?— Preguntó Emma con delicadeza.

Hunter bufó y negó.

—Nunca viene para navidad, tengo dos años que no la veo.— Tomó un trago de su copa y luego miró a su novia.— Es repugnante que lleve nuestro apellido.

Emma estaba cansada de escuchar a su novio hablar tan mal de su hermana mayor.

—Tengo que conocer a tú hermana para saber porque la odias tanto.— Dijo Emma mirando a los invitados y luego fijando su mirada azul en su novio.—Agregarle más odio a ella no te hará superarla como tus padres quieren, Hunter.

—Ya veremos.— Dijo el ojiazul.

Pasaron la noche saludando y hablando con los amigos de su familia, y al terminar la fiesta, cada invitado se fue, Emma estaba afuera junto a su novio esperando que llegara su auto para irse.

—Sabes que puedes quedarte aquí, Emma.— Dijo Hunter mientras encendía un cigarro.

—Lo sé, pero tengo que resolver asuntos al llegar al hotel, sabes que no descuido nada ni siquiera estando de vacaciones.— Dijo la rubia.

Su auto llegó y se acercó a su novio para darle un beso, sintiendo como la excitación llegaba a el.

—¿Y si te acompaño?— Preguntó el chico.

—Sabía que me preguntarías eso, vamos.— Dijo Emma con una sonrisa pícara y subiendo al auto con su novio.

—¿Hacía dónde señorita Barker?— Preguntó Josh su chófer.

—A mi hotel, Josh.— Dijo suavemente la rubia.

En tú mirada (#2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora