Estados Unidos, New York.
Eran las 9:30 pm, habían viajado por 9 horas y 50 minutos. Cassandra tomó su maleta y el chófer de ella la estaba esperando en una camioneta negra.
—¿Estarás bien?— Preguntó la ojiverde acercándose a la rubia y viéndola con atención.
—Espero que sí, ¿Puedes avisarme cuando llegues a tú casa?— Preguntó Emma y Josh le abrió la puerta de su camioneta.
—Sí, te llamaré.— Murmuró la castaña y luego se acercó para darle un beso en la mejilla y caminar hasta su camioneta y marcharse.
El camino a la mansión Barker se le hizo eterno, quería llegar cuánto antes y abrazar a su madre Angélica. Sentía miedo de ver a su madre Harper después del regaño que recibió de su parte, pero con la preocupación y el miedo que tenía en ese momento, el miedo de ver a su madre desapareció poco a poco.
Luego de unos largos minutos al fin llegó, Josh bajó su equipaje y luego se retiró. Emma entró a su casa y la luz de la cocina eran las únicas encendidas, cuando se acercó más vió a Angélica con su bata y una taza entre sus manos, su cabello estaba suelto y tenía los ojos cristalinos, a pesar de ser una mujer mayor, seguía siendo tan hermosa.
—¿Mami?— La voz de Emma sonó suave.
Angélica volteó a verla y corrió a abrazarla, la sostuvo en sus brazos por mucho tiempo y luego besó su frente.
—Cielo, ¿Estás bien? He estado tan preocupada.— Dijo Angélica viendo a su hija con atención inspeccionando su rostro.
—Supongo que ya lo sabes, no sabes el miedo y la presión que siento, mamá.— Susurró Emma y volvió a abrazar a su madre, se sentía segura en sus brazos.
—Lo sé mi princesa, pero no te pasará nada.— Murmuró.— Ben también viene de regreso, le pedí que volviera.
Emma sonrió y luego caminaron hasta los asientos del mesón de la cocina, Angélica le sirvió un té de manzanilla y luego se sentó al frente de su hija.
—¿Y mi madre?— Preguntó la rubia y bebió de su té.
Angélica suspiró y luego cerró sus ojos un momento.
—Harper tiene un buen rato que no viene a la casa.— Murmuró.— Desde que se enteró lo de tú amenaza lleva como unas 10 horas fuera de aquí.
—¿Por qué? ¿Qué está haciendo?— Preguntó Emma sorprendida, su madre jamás se iba por mucho tiempo de la casa.
—Emma, cuando Harper tenía tú edad también la amenazaron, pero por problemas que tenía tú abuelo Fernando, estaba mezclado con muchos mafiosos.— Dijo Angélica y bebió de su té.
Emma sabía lo de su abuelo Fernando, pero jamás ha sabido más a fondo de la familia de su madre Harper, sólo sabe de su abuelo Fernando y su tío Adam que vive en Australia.
—¿Qué hizo ella al respecto?— Preguntó atentamente Emma.
Pero su celular comenzó a sonar anunciando una llamada entrante de Cassandra.
—Perdón madre, ya regresó.— Dijo la ojiazul y se retiró de la cocina y atendió la llamada.
—Hey.— La voz de Cassandra se escuchó al otro lado de la línea.— Ya estoy en mi apartamento, ¿Todo bien?
—Me alegro, estoy mejor, un poco cansada.— Murmuró la rubia.
—Deberías bañarte y dormir, lo necesitas Barker.— La voz de Cassandra en ese momento la tranquilizaba.
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En tú mirada (#2)
RomansaSus ojos podrían ser los más hermosos que haya en el mundo, pero su mirada podría matar a quién quiera a su paso, envenenar tú alma y arder en el infierno con ella, pero también podría sanarte del mal en el que estás, aunque desgraciadamente ella se...