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Jungkook abrió sus ojos con suavidad. Lo primero que sintió en esa fría mañana fue el cuerpo delicado de Jimin abrazar el suyo con suavidad.
No sabía que hora es exactamente ya que la habitación está en total oscuridad al no haber algún lugar por donde pueda entrar la luz.
Se estiró un poco hacía la mesita de noche para tomar su celular con cuidado de no despertar al castaño.

Lo encendió observando el reloj con un poco de pereza. Son las siete y cincuenta, no esperaba despertar tan temprano un sábado.
Ahora no podría volverse a dormir pero su problema ni duró unos minutos por que Jimin despertó casi de forma inmediata.

Su cuerpo se removió con suavidad hasta que se alejó del alfa por completo acariciando su rostro con una mano mientras deja salir bostezo.

-Mmhh...

Abrió un ojo y luego el otro intentando ubicarse un poco mejor. Al ver aquella pared que lo torturó por un largo tiempo se incorporó de golpe en la cama llevando una mano a su pecho.
Jungkook solo lo miró un poco confundido.

-Buenos días bebé.

Escuchar esa voz gruesa y ronca fue como un alivio para el omega. Sus ojos fueron a parar hasta el alfa que lo mira con una pequeña sonrisa.

-Buenos días...

Se acercó completamente a él y le besó los labios con lentitud casi a un ritmo perezoso.
El alfa le tomó la cadera con ambas manos hasta que sus bocas se alejaron.

-¿Deberíamos volver a dormir? Es muy temprano.

El menor negó con su cabeza levantándose de la cama para colocarse la pijama que utilizó ayer.

-No creo poder volver a dormir de nuevo. Podemos preparar el desayuno.

Jungkook aceptó sin quejarse. Fueron minutos los que tardaron bajando las escaleras hasta la cocina guardando silencio ya que los señores Park aún duermen.

Pero la risa contenida del castaño no ayudaba mucho. Se siente como un niño pequeño queriendo robar dulces mientras sus padres descansan.
Una vez llegaron a la cocina observaron la comida perfectamente acomodada en los cajones.
Jimin tomó el tarro del café mientras lo agrega dentro de la máquina para preparar la bebida.

-Saldré un momento.

El omega miró el cigarrillo que su alfa sostiene y como se aleja abriendo las puertas corredizas que lo llevan hasta el patio trasero.
Hoy el pelinegro se ve más guapo de lo normal, su cabello un poco despeinado deja a la vista parte de la frente y aquella camisa de color negro que le queda holgada da algo de estilo junto con sus pantalones de chándal del mismo color.

A veces el omega olvidaba que tenía 37 años y es que Jungkook tiene una apariencia tan joven. Aquel cuerpo fuerte, musculoso y grande típico de un alfa lo hace ver increíblemente guapo pero su rostro con aquellas facciones suaves le dan ese toque juvenil.

Decidió alejar todo pensamiento en el cual se viera involucrado Jeon Jungkook y su cuerpo para concentrarse en preparar el desayuno.
Su soledad no duró mucho por que a los pocos minutos el dueño de sus pensamientos entró de manera despreocupada.
Le entregó una taza llena de café recibiendo un agradecimiento.

-El cielo estallará en cualquier momento. Está muy oscuro.

-No imaginé que fuese a llover tan pronto. Me siento emocionado por que amo la.......-

Sus palabras fueron interrumpidas por el fuerte sonido de la lluvia que comenzó a azotar con violencia.
Jungkook lo miró en sus pupilas, aquel brillo especial que jamás había podido mirar en una persona y fue tan magnífico que se sintió abrumado.
De lo único que fue consciente es cuando el viento frío chocó contra su cuerpo y observó a Jimin correr hasta el patio.

El Camino del Destino ~ KookMin. (Omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora