El Camino del Destino ~ KookMin. (Omegaverse)

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Jimin no sabía como de un momento a otro él y Jungkook terminaron acostados sobre la cama mirando un álbum de fotos que el mayor guardaba.

Está tan sorprendido al ver como el alfa no había cambiado ni un poco. También le gusta ese estilo rudo que tenía antes, usaba el pelo un poco largo y rapado a los lados.

-Pero bueno, ¿Qué haces para verte así de joven?

Jungkook desvío la mirada del álbum observando al omega.

-No lo se. Solo intento hacer ejercicio y comer sano. Aunque fumar no me ayuda en nada pero bueno tal vez sea ¿genética? 

Siguió pasando las fotos dejando maravillado al omega. Él siempre había sido guapo y con esa aura dominante, es suficiente ver sus fotografías para saber que ha sido así toda la vida.

-Definitivamente mis hijos deben parecerse a ti.

Se detuvo a mirar una fotografía en específico.
Una donde el alfa está vestido de blanco y mira a la cámara con una gran sonrisa.
Está tan llena de vida y felicidad. Parece un ángel caído del cielo así que acarició el rostro juvenil del alfa con cariño.

Jungkook lo notó pero no dijo nada al respecto.

-¿Por qué tienes tantas fotos tuyas?

-Mis padres adoptivos les gustaba mucho la fotografía y a Namjoon igual. Así que me tomaban fotos haciendo cualquier cosa o hacían sesiones improvisadas en casa.

Siguió pasando las fotografías recordando sus tiempos de juventud al lado de Namjoon. Esos son los únicos recuerdos bonitos que tiene y los que guarda en su corazón como grandes tesoros.

-¿No hay fotos con tus padres?

-No. Las quemé cuando volví a remodelar la mansión.

Jimin le miró fijamente sin poder creer lo que escucha. ¿Por qué lo hizo? Era el único recuerdo que tenía de su pequeña familia.

-¿Tu...? ¿Siempre has vivido aquí?

Asintió cerrando el álbum ya que su esposo no le está prestando atención y se concentró en su rostro.

-Sí. Antes está mansión contaba con cuatro pisos y muchas habitaciones. En la parte trasera no había absolutamente nada, solo una extensa zona verde y una pequeña bodega donde mi padre guardaba armas.

-¿A-armas?

-Sí. A él le gustaba la cacería así que iba por el bosque al cual visitamos con anterioridad y traía cualquier animal. Algunas veces me obligó a matar pequeños animales y de cierta manera me generó un trauma por eso no tengo mascotas y ya sabes por las alergias.

Se quitó la camisa dejando su torso desnudo.
Bosteza mientras se acomoda sobre la cama, se siente tan cansado y con sueño que podría quedarse dormido justo ahora.
Pero hay algo dentro de él que desea sacar. Algo que no pudo decirle a la psicóloga ahora.

Recostó su cuerpo en el suave colchón y Jimin le imitó acomodándose sobre su costado izquierdo para mirarle. Sabe que quiere decirle algo pues sus ojos miran fijamente el techo y mueve los dedos de la mano inquietamente. 

-Hace muchos años atrás conocí a un hombre magnífico. Llegué a un momento donde él me parecía tan irreal de lo perfecto que era. Emanaba una pureza casi angelical y su tranquilidad era contagiosa.
Éramos unos niños cuando nos conocimos pero aún así él logró tocar mi corazón con su talento pulcro. Cuando era pequeño recibía clases de piano junto a él en una escuela y nos hicimos muy cercanos.

Se detuvo un momento intentando recordar aquellas sensaciones que sintió cuando era un niño y adolescente.

-Yo no comprendía lo que sucedía dentro de mí. Hasta un tiempo después cuando crecí y me di cuenta de que realmente estaba enamorado de ese chico pero como ya sabes el amor no es perfecto. Nuestras familias tenían cierta rivalidad más que todo por que mi padre deseaba que yo fuera perfecto tocando el piano pero ese chico me quitaba el puesto, con solo respirar ya era perfecto y nuestras madres tuvieron un pasado difícil cuando eran jóvenes así que no soportaban verse a la cara.