Un Nuevo Mito

Mis Dos Diosas

Yo no las había invocado,
Pero  mi curiosa  duda había despertado;
Y desde  entonces,  vivo apesadumbrado.

La  sobria y lógica Razón,
La  hirviente y  mística emoción;
Luchan por  apoderarse  de  un pobre  corazón.

Creer  o no creer…
Hacer  o dejar  hacer…
¿Cómo lo puedo  yo saber?

De cosas simples a las grandiosas,
Cual efecto mariposa;
¿Cuál es una, y  cuál  la  otra?
De mis dos  curiosas diosas.

Casualidad y Causalidad.

Diosas gemelas sin  hermandad,
Enfrentadas sin  ninguna  piedad;
Pero que odian con furiosa igualdad,
A mi humilde relatividad.

Haciéndome compañía,
Atormentando mi  vida;
Noche a noche, día a día,
Entropía y Antropía.

Con sus ternuras…
Con sus bravuras…
Mis dos locuras.

Tan generosas…
Tan poderosas…
E igualmente celosas,
Son mis dos caprichosas diosas.

Casualidad y Causalidad.

Tal vez un día me dé cuenta,
Nuevamente la duda se asoma;
De que son la misma persona,
Mis dos hermosas diosas.

Casualidad y Causalidad.