Te saludo, mi inocente niño;
Te ilumino, mi profeta especial;
Te bendigo, con todo mi cariño,
La “buena nueva”, hoy te he de entregar.
Hecha a tu imagen y semejanza…
Firme, como cimientos de piedra,
Depositaria de tus esperanzas.
Te daré, un cielo de felicidades;
Si postrado, tú me adorares.
Paraísos, de seguridades;
Si a la duda, tú eliminares.
Ya no más búsqueda infructuosa;
Ya no más dolor existencial;
Ya está aquí la única, la hermosa,
Ya es tuya, la explicación total.
Sin embargo, no es gratuita…
La muy poderosa te dicta,
A toda otra mirada, renunciar.
Te daré…
Y te daré…
Qué me dices, noble soldado…
¿La línea divisoria podrás trazar?
Y convertirte en el mejor de los cruzados;
El más puro, y duro guardián de “La Verdad”.
Te daré, un cielo de felicidades;
Si postrado, tú me adorares.
Paraísos, de seguridades;
Si a la duda, tú eliminares.
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Un Nuevo Mito
PoetryCamínate a ti mismo, y verás cómo la Humanidad se levanta y camina contigo
