Un Nuevo Mito

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  Otra Era amanece en la reverdecida Tierra.

  Sus horizontes lucen; a sus modos y maneras, las más variadas telas; bordadas, tejidas, por esa poderosa manifestación; esa actitud de la materia, llamada vida.

  Brilla el sol sobre el esférico gran árbol; las incontables y variadas hojas luchan por saludarlo y atrapar su luz; en un frenético concurso las flores proyectan sus encantos; no menos son los frutos; todos contra todos, y uno contra uno, histéricos se baten, entre el cielo, y el barro.

  Y no sólo ellos; también la tierra, y también el árbol; con sus inviernos, y sus veranos; entre sequías y tornados.

  Y los frutos caen, y desaparecen; y las hojas se marchitan tristemente. Pero la vida es persistente; y difícilmente se contenga por mucho tiempo; y entonces vuelve a avanzar, y a rebrotar; y a explotar de vida; de más vida; desbordante; hirviente; y de a momentos tan sofocante, que una nueva revolución, origina.

  Y puede verse, que hoy es uno de esos días.