Un Nuevo Mito

Hermano Perro

Por calles, veredas...
Voy caminando;
A cuestas, mis cuestiones llevando.

Buscando alguna...
Señal de esperanza;
Y el sol ilumina, ese banco en la plaza.

Me siento y pienso...
¿Será esto todo?,
¿Bocanada de aire, y volver al fondo?

Y entonces su sombra...
Se proyecta en el piso,
He aquí, un simpático mestizo.

Hola; hermano perro...
¿Qué te trae hasta este humano?
No tengo alimento para convidarte,
Sólo mi carga de problemas mundanos.

Espera; hermano perro...
Tal vez esto te sirva de algo;
No puedo negarte una caricia,
Aquí dispuestas, tienes mis manos.

Parece que el gesto...
Fue de su agrado;
Pues mueve su cola de lado a lado...

Y se hecha hacia atrás...
Sin preocupación;
Lanzando ladridos, de invitación.

No puedo...
Señor confianzudo;
No me dejan, todos estos asuntos...

Entonces salto...
Y los dejo de lado;
¡Su reto, mi amigo, ha sido aceptado!

¡Veamos; hermano perro!
Dos guerreros del jugar en su hora;
Uno busca las manos y pantorrillas,
Y el otro, atraparlo por la cola.

¡Punto; hermano perro!
No eres malo, en este juego;
Pero no me vas a derrotar tan fácil,
¡Veremos quién de los dos se cansa primero!

¡Cuánta salud!
¡Cuánta perspectiva!
¡Me transmite tu libre filosofía!

Mi eterno saludo...
Humilde embajador,
¡A todos los hermanos, de tu alegre Nación!

¡Juguemos; hermano perro!
¡Un poco, un poco, un poco más!
Que todo lo que se nos viene,
Sin duda, sin duda puede esperar.

¡Vivamos!; ¡hermano perro!
Por estas praderas, a correr y saltar;
Convirtamos estos minutos en siglos,
Más tarde, habrá tiempo para aguantar.

¡Adiós!; ¡hermano perro!
Con renovada energía me he de marchar;
Sigamos optimistas, nuestros caminos,
¡Mañana, nos volveremos a encontrar!

¡Gracias!; ¡hermano perro!
¡Nunca, nunca voy a olvidar!
¡Tanta espontánea alegría!
¡Tanta desinteresada amistad!

Fin del segundo sendero.